Pía Miljas tiene 23 años, estudio gastronomía y es dueña de una belleza tan sobreenatural, que duelen los ojos al mirarla. Como si fuera poco, a la diosa le sobra materia gris y es tan sensible que llora cuando cae una flor o pisa una hormiga.

Además, la oda a la perfección humana es enferma de trabajadora: Se gana la lechuga escarola en una tienda de zapatillas y disfruta por una de las pasiones de su vida: Se saca sensuales fotos y las vende a un sitio web de Estados Unidos.

Pero la maravilla de la naturaleza no deleita a millones de personas con retratos de sus vacaciones o carretes. No. Hace más de un año y medio pertenece al team de las Suicide Girls (www.suicidegirls.com), donde un montón de chiquillas muestran sus tatuados cuerpos al mundo y a uno que otro periodista con cara de santo, pero enfermo de califa.

"Para mí esto es un hobby. Tengo claro que las personas se meten a puro mirar minas en pelotas", dice Pía, que por la sola gracia de mandar un set de 40 fotos a los Estados Unidos gana 245 mil pesos. Y sí que las valen.

Pía se peina con el asuntito de las fotos y mete mano en todos los detalles de la producción, ya sea una luz, una toma o la ropa de los paquetes de fotos que manda al extranjero. "Soy súper detallista y no se me va nada, porque siempre quiero salir lo mejor posible", precisa la belleza.

- ¿Y su pololo se pone celoso, mi reina?,

- Sí, pero yo le hice una promesa inquebrantable: No puedo mostrar nada de mis partes íntimas.

Pero la hermosura es generosa con el mundo, sobre todo con asopados que pasan pegados frente al computador, y se pone feliz al saber que observan la belleza que envuelve sus finos huesitos.

"La plata sirve y me sube mucho el ego. Si tienes fotos en pelotas y los gringos te dicen que eres linda, tú te sientes súper linda", cuenta Pía.

"De repente hay mucho gallo que te anda siguiendo, y más si saben que tú eres de su país", remachó.