"A esa hora yo estaba dando una charla en CasaPiedra sobre el futuro de esta infraestructura (nuevo puente Huaquén)".

Ésa fue la excusa que dio ayer el ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, para explicar su ausentismo en la segunda explosión que derribó definitivamente el puente Huaquén Oriente, el mismo que la semana antepasada le hizo pasar el manso bochorno al no desmoronarse con los 20 kilos de TNT que se usaron para el gran ¡kaboom!

Como hay otro puente justo al lado del que se quería botar, el ministro dijo que "esa vez hubo una subestimación de la carga" por el miedo a causarle problemas a la otra estructura.

Por lo mismo, en esta segunda pata, los guaripolas de la concesionaria a cargo de la explosión, junto al inspector fiscal, no le avisaron a nadie y ayer a las 08:45 de la matina realizaron una nueva tronadura que por fin derribó el puente, ubicado en el kilómetro 171 de la Ruta 5 norte, cerca de La Ligua.

Tan piola querían pasar esta vez, que los vecinos ni siquiera cacharon la movida y apenas sintieron el pencazo, pensaron que una tragedia terrible había ocurrido. Pero era el adiós del puente.

NUEVO

La estructura que reemplazará al puente comenzará a construirse en abril próximo, por lo que ahora los troesmas trabajarán de sol a sol para dejar limpiecito de escombros a fin de mes.

La nueva estructura tendrá 84 metros de largo y 13 de ancho, en comparación con los 70 por 8 metros que tenía el viejito. Bitar dijo que la nueva pasarela tendrá una vida útil de alrededor de 50 años.