El peculiar blanqueamiento que ya es un boom mundial

Para los hombres, hace rato que dejó de ser tabú someterse a los placeres del bisturí, ya sea para arreglarse algún detallito de la nariz, perder kilos o borrarse arrugas y líneas de expresión.

Sin embargo, en Tailandia fueron más lejos, pues impusieron la moda de una peculiar operación: el blanqueamiento del pene y los testículos.

Sí, cuesta creerlo, pero este procedimiento, que comenzó como capricho de un cliente, se transformó en una tendencia que llenó las arcas del Lexus Hospital, de Bangkok.

Y no es para menos, si cada una de estas intervenciones cuesta 650 dólares (400 mil pesos), y están con una demanda de más un centenar de miembros al mes.

Frente a esta moda, que incluso ya saltó a Francia y otros países europeos, el urólogo y sexólogo, doctor Mauricio Salas, analizó los alcances y riesgos de este rebuscado, pero requerido tratamiento.

"El blanqueamiento del pene viene a completar todo un proceso, pues anteriormente se ha aplicado en pezones y ano. La razón es estética y está influenciada por el rasurado del cuerpo y los genitales, como también por el porno y el 'híper exhibicionismo'. Como dice Baudrillard, la hiperrealidad erótica", explica Salas, quien también entrega sus sabios consejos en la web UrologiaySexologia.cl.

- ¿Hace cuánto comenzaron los blanqueamientos?

-El ano ya lleva un buen tiempo. El pene comenzó ahora y tiene diferentes técnicas.

- ¿Cómo cuáles?

-Una, es la utilización de cremas, como el clobetasol, que tiene que ser con receta médica. Con esa pomada, uno puede lograr un blanqueamiento local. Y luego tenemos el tratamiento con el láser YAG erbium, que lo que hace es destruir los melanocitos. O sea las células pigmentadas, y eso hace que el pene se ponga más blanco, eliminando las células que dan la pigmentación a la piel.

- ¿Qué riesgos se corren al blanquearse con láser?

-Esto tiene un cierto riesgo, dado que la piel del pene es delgada. Entonces, si tú aplicas un blanqueamiento es esta piel, podrías traspasar y llegar más profundo.

- ¿O sea, quemarse?

-Claro. Se genera un calor y te destruye las células de pigmentación, lo que podría dañar parte de los nervios y estructura del pene. El otro riesgo es que, al generar esta destrucción de los protectores de la luz ultravioleta, no se puede exponer a la luz del sol, por lo que se podría generar un problema de tumores o alergias al sol.

- ¿En ningún momento se podría exponer al sol?

-Es que queda como un pene albino.

- ¿Y existe la posibilidad de que, por mala praxis, se pueda perder el pene?

-En las cremas, hay algunas que son cancerígenas, por lo que están prohibidas en Europa, y aquí se venden en pequeñas dosis. Y con el láser, el riesgo es que, al quemar profundo en las estructuras del pene, se perjudique la erección e irrigación, y ya en un punto más extremo, se podría llegar a la necrosis (muerte de células y tejido).

- ¿Riesgo de que el pene nunca más quede erecto?

-Si la energía no es dosificada de la manera adecuada, claro que se puede generar una disfunción eréctil. Hay que tomar en cuenta que esto está recién en promoción en Tailandia, donde promueven todo tipo de cosas exóticas, desde cirugías transexuales hasta agrandarse el pene.

- ¿Y esto podría llegar a Chile, doctor?

-Bueno, en Chile hay sistemas láser. A mí me han tocado pacientes que me dicen "oiga, tengo el pene oscuro", quizá es el momento de que se practique popularmente. Aunque, por lo general, lo que piden los pacientes chilenos es tener un pene más grande. El color no es un tema tan relevante acá como en los países asiáticos.

- ¿Alguna recomendación para quienes quieran cruzar el río?

-Lo primero, consultar a alguien que se dedique al área sexológica, para que lo oriente. Hay algunas que se pueden hacer con un riesgo mínimo, y otras que tienen un riesgo mayor. Yo siento que aquí, en Chile, no se justifica, pero uno tiene que estar abierto a lo que los pacientes quieran, entonces uno los orienta.

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