A cien años del hundimiento del Titanic la leyenda no deja de sorprender. Cuentan los libros que en plena tragedia un bombero de Conce se la jugó para evitar que el barco se fuera al fondo del océano.

Con la manguera abierta, de la pura impresión, quedaron los "Chicos Buenos" de la Cuarta Compañía de Bomberos de Concepción al encontrarse con dos libros que darían sustento a una de sus más grandiosas copuchas y logros, la que dice que hace 100 años, uno de los suyos murió en el "Titanic".

El hallazgo, que ocurrió hace dos semanas, puso frente al pistón de los paladines del fuego la hoja de vida y un registro de oficialidad con el nombre de Serafino Emilio Mangiavacchi. Un Teniente Primero que figura en el registro mortuorio del cuartel.

El histórico testimonio reza en su página 41 que el teniente Mangiavacchi falleció en el Titanic.

"Fue un emigrante italiano que llegó a Concepción y estuvo arraigado en nuestra zona por cerca de 13 años. El único documento que teníamos de él era el registro de su muerte, hasta que encontramos sus datos en el registro de oficialidad de su hoja de vida", narró a La Cuarta el voluntario Hugo Saravia (en la foto).

-¿Hace cuánto tiempo sospechaban que el teniente manguereó en el Titanic?

-Es un relato que lleva muchos años en la compañía. Yo me integré hace siete años y lo primero que uno escucha por parte de los más antiguos es la historia de Mangiavacchi, sobre todo en esta fecha.

-¿Qué más se sabe de él?

- Es poco lo que sabemos, porque estos son los únicos tres archivos sobre él. Lo que sí sabemos es que era casado y tuvo cuatro hijos. También que se fue a Nueva York, después a Italia para una operación y luego viajó a Francia donde se embarcó en el Titanic.

-¿En qué año se mando cambiar de Concepción?

-Estimamos que fue en 1902, porque es el último año en que en su hoja de vida hay registro de su actividad bomberil, donde tuvo tres obligaciones y no asistió a ninguna. Hasta 1901 registra 20 asistencias de 30 llamados.

CHICO BUENO HASTA LA MUERTE

Uno de los antecedentes que más llama la atención de la vida del teniente Mangiavacchi es que nunca dejó de lado el casco de Bombero. "Sólo perteneciendo a la compañía queda en este registro. Él partió como teniente tercero y terminó como teniente primero. Además fue miembro de la Junta Calificadora que existía en la época", agregó el bombero Saravia, quien  para recordar al héroe se vistió con el traje rojo de la época.