La molestia de los ciudadanos brasileños con su Gobierno llegó a Chile, pues un grupo de más de 200 inmigrantes se reunió a protestar frente a la embajada de su país en la Alameda con la Norte-Sur.

Allá las protestas callejeras comenzaron hace dos semanas motivadas por el aumento en el precio de los pasajes del transporte público, y se le sumaron demandas por mejorías en la salud y la educación que entrega el Estado.

Los brasileños también aprovecharon que se está desarrollando la Copa Confederaciones de la Fifa para reclamar por los miles de millones de dólares que han invertido en la infraestructura de la Copa Mundial del próximo año.

Los manifestantes que se reunieron en Santiago se pusieron de acuerdo a través de las redes sociales como también sucedió en Brasil, pero a una escala mucho menor porque han sido millones los que han marchado en sus principales capitales.

Entre los entusiastas que se levantaron temprano y desde las 10.00 de la mañana desafiaron el frío de nuestra capital, llamó la atención un ramillete de bellas mujeres que portaba un cartel que decía: Para el Mundial de Alemania se gastaron 12,8 billones, para el de Sudáfrica 17,2 y para el de Brasil 27.

Karina Ribeiro llegó desde Sao Paulo, es modelo y sus ojos tienen el color esmeralda del Lago de Todos Los Santos. El poema hecho mujer explicó que la corrupción que hay en su país la motivó a reclamar. Acusó que los parlamentarios brasucas quieren aprobar una normativa que le prohibirá a las fiscalías públicas investigarlos y de esa forma les quedará el camino pavimentado para ponerle ruedas a todo.

Greicy Finger es tan linda como su amiga, llegó de Porto Alegre y está indignada porque nos contó que sus autoridades aprobaron un programa llamado "la cura gay", que busca reeducar a los homosexuales para que dejen de serlo.

Danielle Portela llegó desde Sao Paulo para trabajar como modelo y se quedó. Ella criticó a Pelé porque el ídolo llamó a dejar las protestas y apoyar a la selección. Danielle considera que él dijo eso porque lo tiene todo y aclaró que Brasil es más que fútbol, un deporte que ha operado "como el circo en la Antigua Roma".