Después de recibir la plateada, el alcalde Zalaquett tuvo que rajar desde el Ministerio de Educación a la muni. Allí se juntó con el Centro de Alumnos del Liceo Barros Borgoño, para chacharear y -de pasada- darles un raspacacho por el tete en que se metieron.

La junta duró 3 largas horas y pasaditas las 4 de la tarde salió humo gris, ya que el edil se mostró conforme por el resultado, pero los representantes pingüinos dijeron cualquier cosa, menos "también".

Respecto a los 50 palitos que supuestamente repararán la mansaca que dejaron el lunes los encapuchados, Alexis Araya, presi del Centro de Alumnos dijo que no cachaba por qué se pidió tanta plata.

"No creemos que la destinación de estos fondos, 50 millones como se mencionó, sea lo que se necesite para reinstaurar el mobiliario que fue dañado".

Otro de los voceros, Cristopher Sarabia le echó la culpa de los destrozos al equipo de Fuerzas Especiales de Carabineros. "Los destrozos fueron por parte de Fuerzas Especiales, los bototos están marcados en las puertas y las chapas están rotas desde afuera, que se intentaron abrir cuando estaban buscando gente".