Una inocente amistad que surgió al calor del messenger terminó para la mujer A. G. G. (30) en una sádica orgía de sangre cuando un sujeto al que conoció en el chat intentó, según la denunciante, violarla y comérsela viva, a mordiscos, en un departamento de Providencia.

El ataque se registró el lunes a las 20 horas, cuando la mujer, residente en la comuna de Renca, llegó hasta el departamento 607, ubicado en Antonio Bellet 90, en compañía del estudiante de sicología Francisco Oyarce Benavides (23), con quien se reunía desde que lo conoció en el chat.

La víctima se gana la vida como ejecutiva de cuentas. Se casó a los 17 años y tiene dos hijos. La familia del presunto autor del atentado vive en el litoral central.

"Fue algo totalmente inesperado. La idea era dejar un bolso y salir. Estuve muchas veces allí, conversando con Pancho y nunca ocurrió nada", declaró a La Cuarta la denunciante, que aún se encuentra bajo estado de shock.

PIOLA

Durante esas citas, Oyarce se mostró, según A.G.G., como un aficionado a investigar los pueblos originarios de América, especialmente sus cultos y costumbres sexuales.

"Una vez me mostró en uno de sus libros una pose prohibida por los indígenas porque podría provocar lesiones internas en la mujer. Al parecer ellos eran muy amables y cuidadosos con sus parejas", recuerda la nueva víctima del chateo.

La ejecutiva niega que entre ambos existiera una relación sentimental y asegura que su bienamado esposo conoce a sus corresponsales cibernéticos.

"Él, como nunca, se me acercó amenazante y me dijo ¡Tú me encantas! ¡Empieza por sacarte la chaqueta! Sólo entonces me percaté que empuñaba un tremendo cuchillo cocinero. No era un cuchillo grande, era tremendo", relata con voz trémula la víctima.

BESTIAL

Lo que vino enseguida es casi indescriptible. Según A.G.G., el Hannibal Lecter criollo se le fue encima y la golpeó en la cara y el pecho.

"Me obligó a sacarme la ropa. Quedé en topless. Él, en dos tiempos, quedó en pelotas. Andaba sin calzoncilos, y en esa condición, totalmente desnudo, comenzó a morder mi espalda, mis manos y orejas. Parecía una fiera dispuesta a comerme viva. Aterrorizada, pedí a gritos auxilio".

Por fin, luego de empujar al desenfrenado sexual contra una muralla, la joven amagada logró abrir la puerta. Tras ella, milagrosamente, vio a uno de los vecinos que se había acercada atraído por los gritos.

"Metió medio cuerpo en el umbral para evitar que Pancho cerrara la puerta y me jaló de un brazo hacia el pasillo. Así me salvó la vida", indicó.

Luego llegó personal de Carabineros de la 19a Comisaría y al verse sorprendido Oyarce huyó hacia el departamento 607, que se encontraba vacío. Cuando los polis irrumpieron en el lugar observaron que el prófugo se había provocado con el cuchillo una grave herida en el tórax.

El sujeto fue trasladado hasta el Hospital del Salvador, donde quedó internado en la UTI, en calidad de detenido.

La encargada de la unidad dijo a La Cuarta que su estado es "de cuidado, pero estable dentro de su gravedad".

Los hechos narrados por la joven son investigados por la Fiscalía Oriente.

La abogada Andrea Quiroga, quien representa a la parte querellante, sostuvo que espera que el sujeto sea formalizado para tener acceso al expediente de la Fiscalía.

Tras sobrevivir al atentado, la cibernauta recomendó a las fanáticas de las citas a ciegas que se arman en el chat que se vayan con cuidado.

"¡No confíen en nadie, que una ve caras y no corazones!", dijo la cruda voz de la experiencia.

HANNIBAL, EL DEVORA PRESAS

El veterano actor Anthony Hopkins lanzó a la fama al siniestro doctor Hannibal Lecter en el filme de Jonathan Demme "El Silencio de los Inocentes".

La peli del laureado director neoyorquino se basó en la saga del novelista Thomas Harris, quien dio vida al genio que se alimentaba de presas humanas.

Manuel Vega O.