Para rescatar a los 33 mineros se construyeron tres cápsulas: la Fénix 1 se usó para ensayar, la 2 fue la que usaron para volver a la superficie, y la tres estaba por si las moscas.

Como la primera quedó muy carreteada y se habría visto fea en la transmisión televisiva, se usó la segunda, que luego se convertiría en la pieza más visitada del museo regional de Atacama, donde también se exhibe el famoso papelito: "Estamos bien en el refugio los 33".

A los organizadores de la XIV Bienal de Arquitectura de Venecia les gustó su historia y se les ocurrió pedir prestada la cápsula para meterla dentro de un apartado de objetos industriales icónicos del siglo XXI.

El director del museo, Guillermo Cortés, luego de hablar con el Times de Londres (en serio), conversó con La Cuarta sobre el viaje de su regalona.

"Debería partir luego del 25 de mayo porque es el mes del patrimonio, para estar allá el 7 de junio hasta noviembre". Y sobre la importancia del préstamo que debió visar el ministro de Educación, dijo que "con el equipo conversamos harto el tema y decidimos que sería lo mejor poner una pieza de nuestra colección en una vitrina tan importante, aunque represente una merma de público porque mucha gente viene a verla".

El monumento nacional que viajará asegurado y por valija diplomática, sólo puede ser observado en el museo de Copiapó porque no se permite subir. Cortés dijo que lo hacen para cuidar la estructura, pero además porque "los elementos históricos siempre tienen cargas positivas y negativas de sufrimiento, alegría o ansiedad".

- ¿Va a Venecia con la cápsula?

- Debería haber ido, pero para la otra vez será.

ATRAPADO

Mario Sepúlveda, el minero más famoso, recordó su viaje en la Fénix 2. “Tengo hartas y lindas imágenes porque ahí salí y tuve otra oportunidad de seguir viviendo. Y por otro lado me gustaría que el mundo conozca también la verdad con respecto a los 33, que no estamos de lo mejor, porque se han olvidado de nosotros”.

- ¿Cómo recuerda su viaje en la cápsula?

- Se me hizo eterno. Abajo no fue tan crítico, pero salir fue lo más malo que pasó. Chile es un país sísmico y yo pensaba que si había un temblor me habría quedado ahí en el túnel para siempre.