Carabinero se quemó pestañas para arrejuntar hermanos
Los verdes les pegan lumazos a los lumpen en las protestas, atrapan a los ladrones y controlan el tránsito, pero también hacen una cotota labor social.
Si no cree, pregúntele a Ludovina y Jovino González, brothers que se perdieron la pista hace 35 añetes y que, gracias al apoyo del cabo 1° Víctor Garcés Rocha, de la Tenencia de Curepto, pudieron fundirse en un esperado abrazo familiar.
El reencuentro comenzó a gestarse hace unos meses en el Registro Civil de Curepto, cuando de casualidad el uniformado paró la oreja y cachó todo el dramón de Ludovina.
La señora estaba con lágrimas en los ojos, esperando tener noticias sobre su hermano, a quien no veía desde que eran mozuelos.
El carabitate habló con la mujer para saber algunos datos y se comprometió a ayudarla a encontrar a su sangre.
La pega no era fácil. El hermano podía estar muerto, en otro país o inubicable, pero, luego de varios telefonazos y averiguaciones, apareció el nombre de Jovino González.
El hombrón vivía en pleno campo de Malloa, en la Región de O'Higgins. No tenía esposa y estaba solito por el mundo.
Con ayuda de sus colegas uniformados, logró que la espera terminara con un apretado y emotivo abrazo, justo en la Cuarta Comisaría de Talca.
ANGUSTIA
Jovino González agradeció de corazón al cabo Garcés por la oportunidad de poder ver a su hermana luego de tantos años.
"Es el único familiar cercano que me queda. Puedo decir que ya no estoy solo en la vida", señaló entre lágrimas el pobre muchacho.
El cabo Garcés quedó con el pecho de paloma por haber reencontrado a estos hermanos. "Hago un llamado a la ciudadanía a acercarse a Carabineros cuando necesiten encontrar a un ser querido, porque podemos ayudar a otras familias al reencuentro", aseguró el buena tela.
P. Riquelme/C. Sanz
Lo último
hace 46 min
20:46
19:57
17:55
16:27