Crónica

Carlita enseña a fabricar consoladores con las bolitas de ratones

¿Se imagina convertir en un práctico vibrador esa depiladora que por años le cortó los cañones de los perniles y que ya tenía lista para tirar a la basura?

La chilena Carla Peirano y su socia israelí Orit Kruglanski desarrollan en Barcelona, España, un taller de bricolage sexual, es decir, enseñan a fabricar dildos, vibradores y bolas chinas.

La idea de las chiquillas es mezclar las manualidades, la tecnología y la sexualidad en el taller, además de ayudar a las mujeres que se ponen coloradas de vergüenza cuando vitrinean juguetitos sexuales en las tiendas del rubro.

Orit pasó un bochorno cuando buscaba un reemplazante de su amiga manuela: "Estaba en un sex shop y un tipo se me tiró encima para manosearla", contó.

Las muchachas utilizan todos tipo de materiales para fabricar los juguetitos: Bolas recicladas de los mouses del computador, interruptores, botellas de jugo y celulares viejos.

Incluso hacen mini vibradores para clítoris con motores de celulares o envases de lápiz labial.

MIXTO

Carlita contó que no sólo féminas asisten a las clases: "También van parejas mixtas e incluso grupos de amigos".

Agregó que los participantes del taller pueden  aprender a fabricar en sólo 3 horas sus propios juguetes sexuales.

"Los juguetes son absolutamente seguros de usar y con los cuidados mínimos de lavarlos y guardarlos en un lugar limpio duran años y años. El único problema que podría haber sería tener alergia al látex", precisó Carla.

"Tenemos invitaciones de espacios en Santiago y Valparaíso. La idea también es hacer un taller largo que incluya un trabajo más profundo", añadió.

Pero hasta ahora no han  encontrado financiamiento. Y además les preocupa un poco el "cartuchismo" de Chile.

Janisse Huambachano

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