Caso Bastián Bravo: las dudas que quedan tras la muerte del joven
Bastián Bravo Sepúlveda finalmente podrá descansar en paz. Sus restos fueron encontrados en la comuna de Pudahuel, después de una intensa búsqueda de 69 días.
El joven, que desapareció el 13 de noviembre, desde su domicilio en Estación Central, había cumplido 20 años en julio y se preparaba para la PSU, quería ser biólogo marino.
Según la información aportada por sus padres, hoy detenidos por abuso sexual en contra de su hija menor, ese día hubo una discusión familiar que no daba para pensar que el joven quisiera abandonar su casa, pero a los pocos días este escenario cambió.
El vuelco de la historia
Unos padres acongojados llegaron a Carabineros de Estación Central el día que el chiquillo desapareció e hicieron una denuncia por presunta desgracia.
Más tarde y en vista de que no hubo diligencias recurrieron a los medios de comunicación, según señaló el padre en aquellos días a LaCuarta.com.
Desde el primer minuto sus progenitores, Iván Bravo y Mireya Sepúlveda, evidenciaron que algo malo le había pasado a su hijo y en cada entrevista lo dejaron entrever.
"Si no vuelve seguro es porque no puede, porque alguien lo retiene o algo así. Es posible también que se haya caído y que haya perdido la memoria. Si hay algún problema... son normales de un familia", explicó a LaCuarta.com su progenitor en esos días.
Fue él mismo quien indicó a la policía que Bastián estuvo hasta tarde frente a su computador. La sorpresa vino cuando encontraron material que delató el abuso sexual que sufría la hermana menor de la víctima por sus propios padres, quienes fueron detenidos el pasado 23 de noviembre. La pequeña quedó a cargo de su tía.
Los abusos
En forma unánime los amigos y familiares de la familia Bravo Sepúlveda señalaron que nunca vieron algo que hicieran pensar que el joven o su hermana eran víctimas de abusos sexuales.
En el PC había 16 fotos de la chiquitita de seis años que podrían ser calificadas como pornografía infantil. Sus padres explicaron a la PDI que eran una especie de lección para que la niña supiera que "eso era malo".
La niña relató a los profesionales de la policía que era su madre quien la tocaba y que fue víctima de su madre hasta el día en que ésta fue detenida.
Bastián y la Iglesia
Según los amigos de Bastián, en el último tiempo se había vuelto muy religioso, de hecho dentro de sus pertenencias que fueron encontradas cerca del cuerpo había una biblia con su nombre.
Según los especialistas esto no es raro, pues muchas personas cuando están a punto de colapsar se refugian en la religión y aparentemente el joven sufría constantes "bajones" que, además, lo hacían alejarse de su hogar para asilarse en el Cerro San Cristóbal.
La única pista del infierno que vivía Bastián lo dio uno de sus amigos, quien declaró que hace un par de meses el chiquillo había pedido ayuda para pegarle a su padre.
Los últimos antecedentes
Los últimos antecedentes, conocidos en diciembre, revelaron que el joven y su madre asistían a terapia en un centro de Providencia.
Ese mismo mes, después de varias semanas sin noticias, el guardia de un predio en la cuesta Lo Prado, entregó cosas personales de Bastián. Su bicicleta y su mochila que contenía una biblia, un celular sin chip, un perfume y audífonos. Estaba claro que algo malo le había pasado.
La policía concentró la búsqueda en el sector y de inmediato surgió la teoría de un posible accidente en alguno de los piques mineros del sector.
Finalmente su cuerpo no fue encontrado hasta este martes, cuando perros adiestrados dieron con los restos relativamente cerca de donde estaban sus artículos personales.
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