A 300 días de presidio fue condenado el médico forense Mario Peña y Lillo por falsificar el documento de la autopsia de Hernán Canales (39), quien fue atropellado por Martín Larraín en septiembre de 2013.

El facultativo, que no podrá ocupar su cargo mientras dure la condena, fue el primero quien realizó el procedimiento para determinar las causas de muerte de Canales.

Tiempo después se realizó la exhumación del cuerpo a petición de la familia del fallecido y se encontraron diferentes datos sobre el deceso una segunda autopsia, lo que abriría un nuevo capítulo del caso del atropello en Curanipe.

Tras esto, se estableció que Peña y Lillo habría incluido información jamás constatada en las pericias.

En tanto, el hijo del senador RN Carlos Larraín quedó libre de cargos en diciembre de 2014.