Al lado de pasar una noche en cana y dar la vuelta al mundo por ser el autor de una patada voladora digna de Chuck Norris, estar siete jornadas sin jugar a la pelota parece bien poca cosa.

Y aunque Gastón Cellerino reconoce que el chiflón del Tribunal de Disciplina “fue bueno” para sus intereses, no lo hacer reír ni Yerko recargado, pues ahora la opción de continuar en Chile es remota.

“Esa era mi intención, pero todo se frenó un montón con lo que pasó. Por el momento tendré que regresar a Italia para presentarme en el Livorno el 31 de diciembre”, suelta el ariete che, que tendrá que buscar cómo salir, pues está con orden de arraigo.

-Se decía que el Bulla te tenía ganas...

-Existían opciones, nada en los papeles, pero algo se había conversado. Mi representante no me dijo nada en específico, pero eran un par de clubes de Santiago.

-¿Qué mensaje darías para que no te hagan la cruz por violento?

-No tengo nada que decir. Pasé por hartos clubes y en ninguno tuve problemas de disciplina.

-¿Será peludo regresar a Chilito?

-Es posible que esto me haya cerrado las puertas. Pero no me voy a lamentar. Si me pongo a pensar negativamente será peor.

Aunque ahora es puro amor y paz, Cellerino no tiene ganas de hacer las paces con el meta Mauricio Viana, quien todavía se pasea por Valpo con su autógrafo en el pecho.

“Por ahora prefiero no hacer nada. Quiero arreglar mi situación. Yo todavía sigo con problemas con la justicia. Dios dirá si algún día me acerco para conversar. Por lo pronto, la idea es hablar con Cristián Barra de Estadio Seguro y el fiscal, para llegar a un acuerdo”, cierra.