Chofer de bus huyó a pie para evitar el alcotest

Trabajador debía llevar 25 pasajeros desde Santiago a San Fernando y Pichilemu cuando fue abordado por los fiscalizadores.

La herejía de un chofer de buses interurbanos marcó el inicio de Semana Santo para 25 pasajeros que salieron de la capital con destino a la Región de O'Higgins, en busca de un merecido descanso.

Durante la mañana de ayer, el conductor de una máquina perteneciente a Buses Nilahue se aprestaba para salir rumbo a San Fernando y Pichilemu. En eso, un grupo de fiscalizadores del Ministerio de Transportes llegó hasta el andén 6 para aplicarle la prueba del alcotest.

Ante este requerimiento, el trabajador fue invitado de manera cordial a bajar del bus para soplar el aparato y determinar si se encontraba en condiciones de manejar.

Sin embargo, el chofer tomó aire y huyó del lugar para evitar la fiscalización, sin pensar en los pasajeros que lo esperaban para iniciar su viaje.

Según informó el Programa Nacional de Fiscalización de Transportes, el chofer estaba bajo la influencia del alcohol.

La situación causó risas e indignación en la terminal de buses, pues los pasajeros no podían creer de la que se habían salvado. "Menos mal que se hacen estas fiscalizaciones, sino qué cosa pudo haber pasado en el camino", señaló Doris Obregón, quien viajaba a San Fernando a ver a sus padres.

Al lugar llegó el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, quien explicó que "conversamos con los pasajeros. Algunos estaban sorprendidos y otros muy molestos, pero agradecieron que no hubiese partido el bus porque el conductor aparentemente estaba bajo la influencia del alcohol".

Los encargados de la empresa afectada se fueron de espaldas al enterarse de lo ocurrido y el representante de ella, Guillermo Vergara, juró a los cuatro vientos no tener idea de la situación.

"No sabemos qué pasó, no sabemos qué piensan ellos. Nosotros como empresa vamos a tomar todas las medidas necesarias para sancionarlos", dijo.

En tanto, la jefa del Programa Nacional de Fiscalización de Transportes, Paula Flores, dateó que se cursó una multa empadronada al dueño del vehículo, que es el mismo conductor, por lo que se expone a una sanción de $70 mil y la cancelación de la empresa Nilahue, responsable del servicio.

Solución

Las pifias de los pasajeros no tardaron en llegar, pues el viaje había terminado antes de iniciarse. No obstante, el edil de Estación Central, Rodrigo Delgado, llegó hasta el lugar para buscar una salida al problema.

"Tomé contacto con el personal del terminal y exigí que se les cambiara a un pasaje lo más próximo posible al horario. Finalmente, ellos pudieron salir en un nuevo bus a las 9 de la mañana", dijo la autoridad.

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