Claudia es separada, madre, joven y empresaria. Su primera tienda la tuvo en Quillota y hoy es una exitosa vendedora virtual... Hasta ahí su vida es común y corriente, a no ser porque vende productos sexuales y lencería erótica.

Desde niña que anduvo metida en los negocios, pero las ganas de hacer algo diferente la llevaron por el camino de lo erótico. Sus clientes son principalmente parejas y reconoce que durante los siete años que lleva en el rubro, los chilenos se han abierto bastante a la idea de jugar en la cama.

- ¿Cómo nació la idea de poner una tienda de lencería erótica?

- Soy hija de comerciantes y siempre he estado ligada a ese mundo. Eso sí, mis padres tienen pastelería y yo quise hacer algo diferente.

- Llegaste a un sex shop.

- Todo fue porque vi un programa sobre venta de artículos eróticos, hace trece años. Pasaron seis años y me decidí por el negocio. tomé la decisión de dejar mi trabajo, por temas personales, y me vi con tiempo para hacerlo. Partí con una pequeña tienda en Quillota y ahora tengo una virtual, www.seduccionsexshop.cl.

- Al principio, ¿te dio plancha vender?

- No sabía nada de estos productos. Tuve que estudiar. Con el primer cliente me dolió la guata, pero tuve la suerte que eran extranjeros y no se hacían problemas con estas cosas. Esa experiencia me sirvió para tomarme las cosas con naturalidad.

- ¿A qué público está orientada tu tienda?

- A la pareja, matrimonios. Si bien los hombres compran harta lencería, lo hacen para sus mujeres.

- ¿Cuáles son los productos más cotizados?

- Los enteritos transparentes, los disfraces y ahora, que estamos a fin de año, sale harto la lencería.

- ¿Juguetes se venden?

- Salen harto para regalos, pero ojo, que no sólo los juguetes con forma de pene se venden, también accesorios estimuladores y productos emulsionantes.

- ¿Le preguntan cómo usar los juguetes?

- Tengo que dar clases, pero más que nada referido al uso de las pilas y la vibración.

- ¿Cómo lograste que sean parejas tus clientes?

- Ese es el sentido que quise darle a mi tienda y por eso la enfoqué a la pareja. Para que sean dos quienes lo pasen bien.

- ¿Y tú? ¿Usas los accesorios?

- Nunca están de más...