Crónica

Claudia quedó con tercianas tras tatuarle el "niño" a un hombre-mapa

De puro chiripazo Claudia Pabst (34) descubrió hace ocho años su vocación: Dejarles el cuerpo como mapa a los humanoides.

La diseñadora, que trabaja en el local "Guarralupe", en Providencia, contó que gracias a que un amigo usó uno de sus dibujos como modelo cachó que tenía manos para tatuar.

"Lo acompañé a hacerse el tatuaje y el chico que lo iba a rayar me dijo que estaba bueno el dibujo, y que podría trabajar en eso", contó.

Clau agarró papa y estuvo un año aprendiendo a usar las agujas y las tintas para convertir a sus clientes en verdaderos mapas.

"Lo que más me gusta de esta pega es que el trabajo queda en un formato vivo. Es una sensación bacán que tengo cada vez que termino uno", afirma.

ARRUGONES

Entre las historias que cuenta de su pega, abundan los arrepentidos que tiran pa' Colina, pero ella se pone chora y no les aguanta el berrinche. "Les digo que me tienen que pagar el trabajo completo y al final se quedan."

Pero una anécdota que prefiere olvidar es cuando un compadre le pidió que le tatuara el niño y la dejó marcando ocupado... por la propuesta.

"Igual lo hice, porque soy profesional, pero no negaré que me dio un poco de plancha. Pero no creo que lo vuelva a hacer, porque es un riesgo", confesó.

La mujer está presente en el brillo más esperado por los fanáticos de los tatuajes y piercings: La Convención Internacional de Tatuajes y Arte Corporal, que se realiza desde el sábado en el Gimnasio de San Miguel y que terminará en la noche de hoy.

La movida agrupó a los más capos de Chilito y Argentina.

Isabel Arrieta M.

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