"Nadie nos ha dicho nada", patalearon los clásicos cocheros de los Carros Victoria en Viña del Mar. Es que cacharon por el diario que el municipio quería caducarles los permisos y pusieron el grito en el cielo.

De acuerdo al proyecto que presentó al concejo municipal a la Comisión de Ordenamiento Territorial, el 30 de agosto deberían dejar de funcionar estos tradicionales coches en la Ciudad Jardín.

Las autoridades locales están convencidas que el transporte turístico en los carruajes tirados por caballos no puede continuar tal como está. A pesar de ello, los cahuines dicen que las diferencias entre la gallada el municipio lo zanjará a través de una consulta popular.

José Loncon, vocero de los trabajadores, asume que han sido meses difíciles porque en invierno el público baja y poco a poco los han ido trasladando y cortando las calles para realizar sus recorridos turísticos. "Por ahora sólo sabemos lo que aparece en la prensa, hemos intentado tener acercamientos con la alcaldesa, pero no se ha podido".

Además agregó que "somos una tradición para la ciudad, la gente sabe que amamos a nuestros animales, los cuidamos y protegemos. Tenemos todos los papeles al día aprobados por el mismo municipio que hoy sentimos se está dejando llevar por presiones".

Celso Barrueto es algo más categórico, con toda una vida trabajando en el coche que le permitió salir adelante, entregó su verdad. "Las pulgas se suben al perro más flaco, es como todo en la vida siempre el más débil tiene la culpa… la gente no sabe que tras estos caballos y los coches hay familias que alimentar… Los animalistas sólo saben de perros y gatos pero somos nosotros quienes sabemos cuánto calza un caballo", aseguró.

En tanto, la jefaza de la Ciudad Jardín, Virginia Reginato, señaló que "presentamos un informe que busca solucionar de la mejor forma el tema de las victorias, idear nuevas rutas, establecer normas de la tenencia de los animales, no descartando bajar el numero o terminar con los carros", explicó la alcaldesa.

La calle opina

Sorprendimos a algunos turistas fotografiándose con los caballos… Andrés Castillo por trabajo viaja periódicamente desde Argentina a la Ciudad Jardín, "hablar de Viña es hablar de las victorias, sin ellas una parte importante se perderá".

Catalina Tapia es estudiante de turismo y cuenta que "las victorias son una postal segura de Viña del Mar, lamentablemente por algunos, están en peligro de extinción", finalizó.