Aunque no lo crea. La pequeña imagen de rayas negras, blancas y números que aparece en todos los productos que usted compra o consume,  contiene más información que el simple precio que paga por ellos.

Con sólo pasar el láser sobre la figura, se puede saber al toque de qué país viene el producto, los datos de la empresa que lo fabricó, cuánto queda en bodega, el precio y las características de la merca, entre otra información.

"Es como el RUT del producto", señaló Oscar Hidalgo, de la empresa GSI Chile, empresa mundial que se preocupa de que todos los países manejen los mismos códigos.

Aunque a nivel global se maneja el sistema EAN-13 (ver nota superior), las empresas pueden tener sus propios códigos de barras, según el tipo de industria y la necesidad del comerciante o empresario.

Este sistema se usa no sólo en las tiendas o supermercados para saber el precio del producto. También en la industria automotriz o en los hospitales, para identificar al paciente, ver su ficha médica o bien para saber dónde están determinados equipos médicos.

En octubre pasado, el Código de Barras cumplió 60 años y hoy es la salvación del comercio. Las ventas son más rápidas y el comerciante puede asociar a los números la información que crea necesaria para mejorar el negocio y las ventas.

Otros códigos

Además del Código de Barras, están los códigos bidimensionales que pueden almacenar mucha más información, como el Código QR o el Datamatrix.

A diferencia de los códigos de barras, los llamados códigos QR que están de moda y aparecen por todos lados, tienen una gran capacidad para almacenar información y no se conecta a una base de datos para obtenerla.  Super popular en Japón, el pequeño cuadrado con jeroglíficos puede almacenar texto, imágenes, videos y hasta enlazar con páginas web.

Actualmente, esta apicación se lee con un smartphone bajando una aplicación desde internet.