Todos los deportistas tienen vicios, por muy sanos que sean. A unos les gusta el juego, a otros las namis e incluso no falta el fanático de las patitas de chancho. En gustos culinarios no hay nada escrito.

Claro que son pocos los aficionados al pucho, pues afecta mucho el rendimiento aeróbico ya que provoca un ahogo más grande que subir el San Cristóbal con emergencia ambiental. Por eso, lo hacen en horas de relajo.

Dos ejemplos de ello son Mezut Özil, mediocampista del Real Madrid, y Gerard Piqué, el hachero del Barcelona, a quienes pillaron en la playa fumando mientras practicaban elongación testicular.

La gran diferencia entre ambos, está en la calidad de lo que fuman. Mientras el otto fuma en un yate con los amigos un puchito tipo Life o Pacific, el cigarrillo largo de precio corto, el pololo de Shakira le mete a sus pulmones el sabor de un puro cubano, que seguramente le mandó de regalo Fidel Castro.

Claro que no son los únicos peloteros a los que han pillado como chimenea alguna vez. Anteriormente, el pepe Fernando Torres, los ingleses Rooney y Crouch, el italiano Buffon, el francés Zidane y los brasileños Ronaldo y Adriano también fueron pillados echando humo. Y la siguieron rompiendo igual.