Si hay uno de los pocos rostros amables que se han visto durante las últimas jornadas de estallido social, ese es el de la colombiana Érika Rodríguez.

La mujer, oriunda de Bogotá, se instaló a todo sol durante la jornada de ayer a controlar el tránsito en la intersección de Santa Rosa con Eleuterio Ramírez, en el centro de Santiago, tras la imposibilidad de abrir su lavandería producto de los saqueos ocurridos.

"Estoy desde el domingo en labores de limpieza de las calles y ayudando de forma voluntaria. Como no pude abrir mi local, me instalé acá porque en esta esquina siempre se producen choques. Incluso, cuando hay semáforo han muerto personas en accidentes, así que imagínate ahora. Es mejor salir y ayudar a quedarse en la casa a rascarse el ombligo", comentó a La Cuarta.

Tránsito controlado

Durante las horas que controló el tránsito, la mujer le tomó el pulso a los chilenos y aseguró que a la hora de ir frente al volante somos "bien perceptivos y obedientes. Incluso, hubo algunos que me han dado frutas, agua e incluso algunas monedas, pero el dinero no es el objetivo".

Para ella, la única lata del movimiento son los desórdenes y robos a locales comerciales registrados en las últimas horas. "Hasta el sábado venía todo muy bien", dijo.

Eso sí, igual lamentó el comportamiento de ciertas personas. "Lo que más me da rabia es que en redes sociales la gente sólo discute y no mueve la raj.., como dicen ustedes. Falta ver más gente abanderada, tienen buena voz y buena lucha, pero falta que alguien tome la delantera", sentenció.

Desde Carabineros señalaron que "si bien este actuar no es recomendable, ya que los automovilistas no la reconocen como un ente que dirige el tránsito y pone en riesgo su integridad física, se agradece su noble labor que va en ayuda directa de la comunidad".