Crónica

Comportamiento de "mateo" de Araya Galaz tiene sorprendido al fiscal

El segundo día del juicio contra Luis Araya Galaz por la muerte de María Soledad Lapostol estuvo ayer cargado a la emoción y el recuerdo.

A la sala de audiencia llegaron sus familiares, amigos y compañeras de pega del Banco Penta, quienes resaltaron la buena persona que era Sole.

Pero el momento más emotivo fue cuando subió al estrado la ingeniera comercial María Soledad Undurraga Lapostol (27), para expresar el horror, como hija, que ha vivido durante 11 meses.

"Ha sido algo tan doloroso. Era el pilar de la familia, preocupada de su familia y amigos. Era la fan número uno de sus hijos. Ella no merecía una muerte así. Es totalmente injusto", contó, entre sollozos.

La muchacha recordó la estrecha relación que tenía con su madre y su hermana Andrea. Aseguró que gracias a la complicidad que tenían, parecía que fueran "Las Tres Mosqueteras".

FRÍO

Durante la mañana también entregaron su testimonio las compañeras de pega de la víctima.

María León contó que fue la última en ver con vida a la ejecutiva de ventas. Según su relato, ella estaba metida en un taco cuando vio que a un costado estaba su amiga con un hombre de pelo crespo y camisa blanca y abierta, sentado de copiloto.

Cuando el fiscal Jorge Reyes le consultó si aquella persona estaba en la sala, León apuntó a Araya Galaz. Con una frialdad sicótica, el presunto autor no le quitó la mirada de encima.

El fiscal contó que el imputado ha tenido un comportamiento "particular" durante el juicio. El cabro mueve la cabeza, silba y revisa el Código Penal.

"No me había tocado presenciar que un imputado ingresara con copias de la investigación y el Código Procesal, pero tiene derecho de hacerlo", explicó.

Claudio Sanz S.

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