Los milagros existen y así lo demostraron los 33 héroes nacionales que volvieron a la superficie luego de 70 días enterrados a 700 metros bajo tierra.

Llegó a su fin el sufrimiento de 33 familias, hombres, mujeres y niños que vivieron día a día la angustia de no saber si volverían a ver a sus familiares.

A las 21.55 de la noche, la cápsula Fénix 2 con Luis Urzúa en su interior, marcó el fin de la pesadilla.

"Espero que esto nunca más nos vuelva a ocurrir. Le doy gracias a Dios por toda la ayuda que nos brindaron, gracias a Chile. Estoy orgulloso de ser chileno", dijo Urzúa, el jefe de turno que se convirtió en el hombre que más tiempo pasó enterrado a tantos metros de profundidad.

El campamento Esperanza se transformó en un carnaval cuando terminó la fase de rescate. Durante horas los familiares que aún no bajaban a Copiapó siguieron la transmisión en una pantalla gigante, y cuando Urzúa salió a la superficie festejaron con un tremendo champañazo y tiraron challa por todas partes.

En forma espontánea el campamento entero cantó el himno nacional y terminaron con un ceacheí por los mineros, porque ya están bien con sus seres queridos los 33.

Los abrazos se multiplicaron y el sentimiento fue sólo de alegría entre los familiares.

"Esto nos tiene que servir de ejemplo para que nunca más tengamos que sufrir lo que pasaron nuestras familias", dijo Guadalupe Contreras, mamá de Carlos Bugueño, quien fue el minero 23 en salir.

Una opinión similar fue la que tuvo Alberto Segovia, hermano de Darío, el 20.

"Todavía estoy con el pecho apretado, pero con la alegría de siempre. El mundo supo todo lo que pasa acá en minería. Ojalá esto sirva para que nunca existan minas como ésta", rogó Alberto.

Eda Sepúlveda, hermana de Mario "Nabih" Sepúlveda, dijo que "mi felicidad sólo sería completa cuando el último minero abrazara a sus familias. Ahora soy completamente feliz".

Alberto Segovia alabó la fuerza de los mineros. "Todavía no me puedo explicar cómo ellos, los 33, tienen tanta fuerza que salieron y se encuentran mejor que nosotros", aseguró el tío de Florencio y Renán Ávalos.

Para el recuerdo quedará el izaje de Ariel Ticona, el joven que fue padre mientras estaba enterrado y que al subir trajo consigo el teléfono que les permitió comunicarse con la superficie, diseñado por Pedro Gallo.

"Quiero agradecer a cada una de la gente que estuvo acá que se sacrificaron tanto", dijo emocionado Orlando Urzúa, hermando de Luis, el jefe de turno que entró a la historia junto a los 33 y que demostró que el minero tiene un alma que ni siquiera 700 metros de tierra sobre ellos podrá romper.

El rescate duró 22 horas y 34 minutos.

Y como la fama del Yonni deja chico a cualquier galán de la tevé, antes de emerger desde las entrañas de la tierra los operarios le regalaron un merecido: "¡Grande, Tarzán!", ante la picarona sonrisita del ministro Laurence Golborne.

Con el cierre exitoso del rescate histórico, Don Tatán sacó el lapicito e hizo la raya para la suma, al señalar que el accidente sirvió para una finalidad superior.

"Lo dijimos el primer día: Esto no va a quedar impune, los que tengan responsabilidad van a tener que asumir sus responsabilidades. Pero también ha sido una gran lección para todos los chilenos y para nuestro Gobierno: Mejorar nuestros sistemas, nuestras actitudes, nuestros procedimientos para resguardar mejor la vida, la integridad y la dignidad de nuestros trabajadores y no solamente en la minería, en el campo, en la construcción, en el transporte, en la pesca", dijo el hombrón.

En esa onda, se matriculó:  "Espero en muy pocos días más poder anunciar un nuevo trato con los trabajadores y las trabajadoras".

Por su litro, la ministra vocera,  Ena von Baer, aseguró que el Gobierno se involucrará de cerquita en el proceso de reinserción laboral de los 33 mineros.

"El Ministerio del Trabajo va a apoyarlos para buscar una fuente laboral. (…) pero cada uno de ellos va a tener que tomar su propia decisión", declaró.

Sobre el impacto comunicacional del rescate, la ministra dijo que han buscado "un equilibrio sano entre la intimidad de las familias, de los momentos que ellos están viviendo. Lo hemos hecho desde el primer minuto. Siempre la información ha ido primero a las familias y luego a los medios de comunicación".