Con mucho amor y comprensión puede ayudar a su pergenio a superar la depre

Aunque se dice que los cabros chicos no pasan penas, y que éstas llegan con la adultez, lo cierto es que en los últimos años se ha descubierto que los nenes también sufren la maldita depre.
Sin embargo, a diferencia de los pailones, que cachan al toque cuando andan bajoneados, en los peques es más complejo detectar la depresión, ya que muchos papis la confunden con simples mañas.
BAJÓN
La sicóloga de la U. Andrés Bello Lucía Godoy explica los síntomas y entrega un lote de recomendaciones a los papurris para que estén ojo al charqui y entreguen ayuda a tiempo.
- Cuidado cuando presente autoestima baja o es más pesote que opinólogo cuando habla de sí mismo. Lo ideal es que le tire flores a su hijo con frecuencia y llévele la contra cuando se le escape un "soy tonto" o "no hago nada bien".
- Sentimientos de culpa respecto a situaciones que no le corresponden. Es importante que su cabro aprenda que no todo lo que le sucede a él o a sus seres queridos depende de sus acciones.
- Avísele con tiempo si se van a presentar cambios en la rutina familiar, así disminuye la angustia por las cosas nuevas. Si presenta temores excesivos, intente reducir las situaciones que le provocan ansiedad.
- Si siente desesperación e impotencia, "pídale a su niño que escriba o hable de sus sentimientos y que anote sus pensamientos placenteros de tres a cuatro veces al día, para que éstos vayan aumentando en un período de cuatro a seis semanas", recomienda la sicóloga.
- Si no tiene ganas de hacer sus actividades cotidianas, preocúpese de motivarlo.
- Cuando se pone malo pa' comer, hágale sus comidas favoritas, pero no lo presione para que limpie el plato.
- Si le cuesta hacer tuto, ayúdelo a relajarse y téngale un horario constante para irse al sobre. Lo mismo debe hacer si el chiquillo anda acelerado durante el día, enséñele técnicas de respiración o hágale un masaje.
- En caso de que se ponga agresivo o malas pulgas, déjele clarito que no le va a aceptar ese comportamiento, pero tampoco se vaya al porcino e intente hablarle con calma.
- Es normal que cuando el niño está deprimido le falla la concentración y baja las notas. Lo ideal es que converse con los profes, para que tengan más paciencia con el chicoco.
- En lo que sí hay que tener cuidado, es cuando el niño presenta pensamientos o conductas suicidas. En esos casos, hay que pedir ayuda de inmediato a un sicólogo o siquiatra infantil, que hará un diagnóstico más acucioso y le recomendará el tratamiento más adecuado a su gravedad.
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