La rutina de Stefan Kramer en la noche inaugural del Festival de Viña del Mar ha dado bastante que hablar, debido a que criticó a los políticos y hizo alusión al estallido social.

El humorista también aprovechó de burlarse de sí mismo, haciendo bromas respecto a lo que grande que tiene la frente y la estatua de cera que le hizo la Municipalidad de Las Condes.

"Con todas las estatuas que se echaron en el estallido, por qué no se echaron esa weá", fueron las palabras del humorista, las que provocaron risas en la Quinta Vergara.

Pero no todos estuvieron contentos con sus dichos, ya que el concejal de Las Condes, Patricio Bopp quien milita en la UDI, no le hizo mucha gracias el chiste del museo de cera.

"Si no quiere estar en el museo, deberíamos sacarlos. Se supone que todos los personajes están bajo consentimiento", indicó el concejal a La Segunda, quien pondrá sobre la mesa el tema en el primer consejo municipal de vuelta de las vacaciones.

Bopp v/s Kramer

Además, ayer el concejal Bopp aprovechó de mandarle un claro mensaje a Kramer a través de Twitter.

"Es fácil hablar de desigualdad y cobrar 150 millones por estar en Viña de Mar. También es fácil hacer al público saltar al ritmo "el que no salta es paco", cuando hay cientos de ellos pasada la media noche con escudos permitiendo que puedas presentarte", fueron sus palabras.