Crónica

Conexión eléctrica chanta mató a pareja y bebé nonato

Una guirnalda de luces navideñas conectada a la diabla, y enroscada alrededor de una escalera metálica,  cobró tres  vidas la noche del sábado en una vivienda de la comuna de Recoleta.   El dueño de casa,  Nicolás Medina Acle (36), su pareja, Lisette Valdés Ramírez (30) y  su hijo de 8 meses (que esperaba nacer la próxima semana desde el vientre de la joven madre),  fallecieron electrocutados.

En el accidente doméstico que enlutó el tradicional barrio de las calles Francisco Silva y pasaje La Unión, suspendido desde la ladera norponiente del cerro San Cristóbal,  también resulto lesionada Nicole Medina (9) quien se esguinzó un tobillo  al caer desde la terraza del segundo piso mientras corría hacia la calle pidiendo ayuda.

A pesar de que el auxilio fue rápido,  cuando carabineros y funcionarios del SAMU llegaron a la vivienda, el conductor de camiones de una empresa fabricante de confites y la vendedora de una tienda de Recoleta ya habían fallecido, y todo el lugar se encontraba electrificado. Incluso un perro,  mascota de la familia o de un vecino,  recibió una fuerte descarga que lo dejó "tullido durante varios minutos", según uno de los testigos.

Cuando los paramédicos  del SAMU examinaron a  Lisette advirtieron que, aunque débilmente, el corazón de la guagua aún latía. La  mujer fue trasladada hasta el Hospital  San José donde se le practicó una cesárea,  pero el varoncito falleció  minutos después de nacer.

PRECARIA INSTALACIÓN MOTIVÓ LA DESCARGA

Las causas del accidente que  provocó la muerte del matrimonio Medina-Valdés y de su hijo por nacer son investigadas por la  Fiscalía Centro Norte. El caso quedó en manos del  fiscal Patricio Macaya.

Al margen de las pericias  que aún falta realizar, todos quienes examinaron el sitio del suceso dijeron a La Cuarta que el domicilio, al igual que otras construcciones del sector, posee una precaria instalación eléctrica, repleta de conexiones artesanales no autorizadas.

Según el capitán de Carabineros  Lincoyán Valenzuela, de los antecedentes recogidos en el lugar se puede establecer que cerca de las 22.30 horas del sábado Nicolás Medina acabó de ducharse y le pidió a Lissete  que le llevara una toalla.

La joven retiró la prenda desde el cordel pero cuando bajaba por la escalera, presumiblemente energizada  por estar en contacto con un conductor sin aislante, fue presa fácil de la corriente eléctrica.

A sus gritos acudió, semidesnudo, su marido quien  también cayó en la trampa mortal.

"Fue un problema tonto, que se pudo subsanar antes. La cablería hizo contacto con la escalera", explicó el concejal Mauricio Smock (UDI), amigo de los fallecidos a quienes  dijo "admirar por su tesón y su esfuerzo".

Por Manuel Vega Olivares

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