En un reguero de sangre y muerte acabó la noche de furia de Carlos Álvaro Espinoza Espinoza (47), autor confeso del asesinato de dos vecinos en la población Óscar Bonilla, en El Bosque.

Según su declaración, en la noche del domingo mató a balazos a un padre y a su hijo, quienes vivían en una casa colindante a la suya, porque hace 20 años le hacían bullying.

Los tiros terminaron con la vida de Carlos Monzó Sobarzo (59) y de su hijo Carlos Monzó Iturrieta (39). El primero recibió tres plomazos y el segundo ocho.

El autor confeso del doble crimen descargó su revólver Smith & Wesson calibre 38 y una Taurus, con las que también hirió a otras dos personas.

"No sólo a los escolares les hacen bullying", dijo Espinoza,

"Le pegaron a mi mamá, me trataron de atropellar", aseguró el autor de los disparos

CINTURÓN

Carlos Monzó Hernández, hijo y nieto de las víctimas fatales, señaló que su abuelo volvía de una feria navideña cuando se produjo el ataque.

"Algo se dijeron. No es verdad que lo tratáramos mal", indicó Monzó Hernández.

Añadió que el imputado también intentó dispararle a un peque de 2 años, pero su abuela Iris Iturrieta Ortiz lo protegió con su cuerpo, por lo que resultó herida de gravedad por tres impactos.

Además otro vecino, Cristián Antillanca Aguilar (39), recibió un disparo en el brazo derecho.

"Mi marido se metió para cerrar la puerta, que así no le dispararan a más gente y salvar algunas vidas. Ese gallo es un hombre enfermo, no tiene solución", expresó Miriam, esposa del lesionado.

Espinoza, quien portaba una cinturón especialmente acondicionado para llevar consigo una gran cantidad de balas, fue detenido por efectivos de Carabineros.

Su formalización quedó fijada para mañana en el Centro de Justicia, tras su control de detención.

CÁMARAS

En la casa del atacante y su padre, Carlos Espinoza (85), son visibles tres cámaras que el detenido instaló para vigilar a sus vecinos.

"Colocó las cámaras porque se metían a robar. Se han robado todo y con esas cámaras vigilaba lo que pasaba", contó el veterano que vive en precarias condiciones en la vivienda del pasaje Las Violetas, razón por la que algunas vecinas pidieron ayuda para el anciano.

Carlos señaló que le dijo a su hijo: "no dispares, pero no me hizo caso".

Respecto a sus vecinos dijo que "tiraban piedras, nos mataron un gato. A mi hijo no lo dejaban pasar, no aguantó más y los agarró a balazos".

Felipe Moraga, defensor de Espinoza, detalló que el imputado asume su responsabilidad y no estaría orate, aunque le dijo que escuchaba voces.