Están graves, con la columna fracturada y sólo pueden trasladarse en sillas  de ruedas.

Pero el amor es más fuerte. Ese infinito cariño que Camila Achondo Bardavid (16) y Josefina Trinidad Troncoso Cifuentes (16) sienten por sus compañeras fallecidas en el norte les hizo sacar fuerzas de flaqueza.

Ambas se encuentran internadas en la Clínica de la Universidad Católica de San Carlos de Apoquindo, donde les insistieron a sus médicos tratantes para que las dejaran asistir a la misa fúnebre en el colegio Cumbres. Aunque fuese un rato.

"Están despiertas, conscientes y con mucho ánimo, y bajo esa perspectiva se las autorizó ir a la misa", aclaró Gino Baccigaluppi, médico intensivista.

El facultativo precisó que  las escolares tienen lesiones traumáticas en la columna, que son de manejo ortopédico: "Ellas no debieran quedar con ninguna secuela. Una tiene una lesión en un codo que tiene que ser resuelta quirúrgicamente   de aquí a 48 horas".

A las 3 de la tarde, las jovencitas salieron en silla de ruedas de la clínica y abordaron una ambulancia que las llevó a su colegio.

Cristina Bardavid, madre de Camila, agradeció la preocupación de la gente. "Quiero, en nombre de todos los papás y especialmente de aquellos que perdieron a sus hijas, agradecer el gran apoyo que recibimos de todo el mundo. En Arica la gente se portó muy bien", manifestó.

SOBRECOGEDOR

Las cerca de 1.500 sillas dispuestas en los dos patios del Cumbres se hicieron pocas para recibir al mar humano que llegó a despedir a las angelitas María de los Ángeles Costa, Bernardita Valenzuela, Elisa Contreras, Eloísa Garreaud, Magdalena Echeverría, Trinidad de la Carrera, Magdalena Rodríguez, Valentina Errázuriz y Bernardita Barros.

Los pasillos, el segundo piso y hasta la azotea de los pabellones sirvieron para escuchar el responso del opispo Fernando Chomalí.

El momento más emotivo de la ceremonia se vivió cuando Flora, una de las niñas que se salvó de morir en el bus, leyó una carta de despedida para sus amigas: "Dios debe estar contento, porque se lleva a nueve angelitas", dijo emocionada.

Después las carrozas se dirigieron hasta el Cementerio Parque del Recuerdo, donde familiares y amigos sepultaron a las niñas en una ceremonia plena de emoción.

J. Salas/ C. Sanz