Johanna Hernández usó 30 cápsulas de clonazepam molidas en una malta con huevo para dormir al profesor Nibaldo Villegas, tras lo cual lo asesinó cortándole las venas de los brazos.

Los medicamentos se los consiguió Francisco Silva, luego de que ella le asegurara que le quedaban pocas cápsulas y que las necesitaba para dormir.

Al menos eso aseguró esta mañana el paramédico acusado de asesinar a Nibaldo Villegas junto a Johanna, la ex del profesor de Villa Alemana.

Tras pedirle perdón a la familia de la víctima y a su propia familia, Silva relató que la noche del 10 de agosto de 2018 quedó de juntarse con la mujer, que antes le había pedido comprarle y llevarle molidas 30 cápsulas del medicamento.

La pasó a buscar a la casa de su mamá y ambos se dirigieron a la casa de Nibaldo, pero retrasaron la llegada tras enterarse que el profesor iba a llegar más tarde a su hogar.

Según aseguró Silva, él pensó que iban a hablar de su hija Valentina, pues el profesor estaba pidiendo la custodia completa tras los episodios depresivos y el intento de suicidio de Johanna.

En el intertanto ambos se fueron a un mirador cerca de la casa del docente. Luego Francisco llevó a Johanna a la casa de Nibaldo y volvió al mirador, donde se quedó dormido.

Cuchillo en el pecho

"Me despierta un WhatsApp, como a la 1 ó 1:15, donde me manifiesta que está lista, que la vaya a buscar. Llegué en auto a la esquina y me bajé a abrile la puerta, pero ella me pidió que vaya a la puerta de la casa, y yo pensé que Nibaldo quería hablar conmigo de Valentina", siguió con el relato.

Y entonces precisó que "es allí donde Johanna me hace entrar. Veo a Nibaldo sin polera, con varios cortes en su brazo derecho y mucha sangre. Me acerco a tomarle el pulso y me percato que tenía un cuchillo en el pecho".

"Johanna me dijo que de un arrebato se lo había enterrado", aseguró a continuación.

En su relato, el paramédico aseguró que luego de comprobar la muerte del docente "le dije, 'chanchita, está la cagá', y fue en ese momento en que ella me manipuló diciendo 'tú me dijiste que siempre ibas a cuidarme, note acobardí ahora".

A continuación la mujer "le tomó la cabeza y me dice 'toma, córtalo por parte'. Yo, aún enamorado, le saqué el cuchillo y comencé a cortar el cuerpo".

Deshacerse del cuerpo

Luego, Johanna "me dijo que limpió el segundo piso, luego lo subimos al auto y ella me dice que lo llevemos a Las Docas para deshacernos de él".

Ya en Laguna Verde "dejamos rodar a Nibaldo, pero luego en la playa hice una fogata en donde empezamos a quemar los restos".

"Cuando quedaba la cabeza y los brazos, la miro y ella me dice 'quémalo todo'", culminó su relato.