Muy pocas personas pueden decir que jamás han tenido un herpes. Por lo general aparecen en un costado de la boca, en los labios y hasta en la garganta y se atribuyen a la baja en las defensas producto del estrés.

Los herpes son un grupo de virus que causan vesículas y úlceras dolorosas. Un tipo de herpes, el herpes simple, causa tanto úlceras alrededor de la boca ("fuegos") como herpes genital, es decir, llagas alrededor de los órganos sexuales.

Se contagian fácilmente. El genital se contagia al entrar en contacto con una persona infectada y pueden aparecer lesiones externas como internas.

Quien piense que tiene herpes, tiene que agarrar su morral y partir al médico, quien lo diagnosticará y comenzará rápidamente un tratamiento.

Hay personas a quienes una vez que les aparece un herpes, podrán repetir estos episodios por el resto de su vida.

Como ya dijimos, el estrés, estar enfermo o sentirse cansado pueden desencadenar una reactivación. Asolearse o tener el período menstrual también influyen.