08:05 de la madrugada y un joven llega hasta el local de comida rápida de Lyon con Providencia. A esa hora, y al parecer con la caña viva, el joven -que se había levantado con la patuleca izquierda-, pide que le vendan su sanguchito regalón, un Cuarto de Libra con queso a 850 pesares... pero le va mal.

Los encargados del local le indican que a esa hora no se vende el producto, lo que desató la ira, furia, pataleta y berrinche del broca, más hambriento que reportero pop a la una de la tarde. El cabro armó el tremendo escándalo ante la negativa de los administradores del local e, incluso, unos comensales le pidieron que bajara las revoluciones. Pero en buen chileno, los mandó a la misma cresta.

A continuación el lolo -quien estaba acompañado al parecer de su pierna suave que intentaba calmarlo, sin resultados-, siguió con sus reclamos e, incluso, instó a los trabajadores del recinto  a que llamaran a Carabineros. Mientras, el muchacho siguió con su mañana de furia y repetía insistentemente y golpeando con ambas manos en el mesón, que quería su "¡cuarto de libra con queso a 850, ¡A-HO-RA... ¡A-HO-RA!".

Entre sus reclamos, señaló algo que no deja de tener razón: en la publicidad del producto presente en el recinto, no se hace mención sobre el horario en el cual se vende el sanguchito, argumento al que estaba agarrado como lapa el -a esa altura-, pesote.

Minutos más tarde, hizo su aparición una patrulla de Carabineros, cuyos funcionarios intentaron hablar con el muchacho, quien dijo que había tomado y se había drogado, pero que pese a ello, igual quería su "¡cuarto de libra con queso a 850, A-HO-RA!", porque en ninguna parte se establecí el horario. ¡Punto pa´l odioso!

El video, grabado al parecer por uno de los hambrientos matinales, termina cuando los uniformados logran llevarse del local al furioso joven... pero sin su "Cuarto de libra con queso a 850". Moraleja: No se exalte... Capaz que más calmado, el broca se habría comido no uno, sino un par de cuartito de libra... con queso... ¡A-HO-RA!