Lo siguiente quizás le suena a una peli de ficción de Steven Spielberg: un grupete de compatriotas podría dejar su cotidiana vida en el planeta Tierra para convertirse en marcianos.

La idea parece tirada de las mechas, pero es la pura y santa verdad.

Cuatro chilenos quedaron seleccionados en la segunda etapa del proyecto Mars One, creado por el emprendedor holandés Bas Lansdorp, que pretende enviar a Marte a 20 personas.

En el 2025 los elegidos emprenderán el viaje que no tendrá retorno. De hecho, vivirán en pequeñas comunidades, producirán su oxígeno, cultivarán sus propios alimentos y tendrán un programa de TV.

Los 4 fantásticos

Entre los posibles conquistadores chilensis están la estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad de Chile,

Laura Chomalí

(20),

Claudia Gallardo Fuentes

(28), uno que

mantiene su identidad en reserva

, y

Yehoshua Rosenblum

(52), quien es chef y artista (en la foto).

Rosenblum está radicado en Kfar Saba, Israel. Desde ese lejano lugar soltó al diario pop que decidió postular a Mars One, porque vio "una oportunidad de poder participar en una misión que a lo mejor se tilda hoy como una locura, pero en un futuro se recordará como un gesto humilde de un grupo de seres humanos que abrió las puertas a la colonización de otros planetas".

Explicó que quedó entre los 1.058 favoritos porque se valoró la estabilidad emocional y la seriedad.

Se supone que en los próximos días recibirá un mail del médico de la organización, quien lo orientará en la preparación de la odisea.

Misión suicida

"Yo sé que es una misión suicida, a lo mejor no, pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Si tengo suerte partiré con gran honra", dice.

Además, este hombre aclara que su familia ya está al tanto del tema y se lo tomó de buena manera.

"El viaje es sólo de ida y lo he sabido desde el principio. Y no me importa. Tengo 52 años y ya he vivido dos tercios. En mi tercio restante espero mirar el cielo y contemplar un punto pálido y azul en la lejanía y recitar el poema de Carl Sagan (científico gringo). Mi familia y mi hijo saben del viaje y hay diferentes opiniones. El que mejor lo ha tomado es mi hijo. Es que es de la nueva generación de humanos que están preocupados del desgaste de la Tierra", dijo.

Ahora sólo espera seguir pasando las etapas del concurso para lograr esta aventura que le quita el sueño.

"La próxima selección se hará entre el 2014 y 2015 y espero quedar entre los 40 finalistas. Si no quedo en la final y realizo parte de los entrenamientos, espero por lo menos ser azafato de viajes espaciales de turismo", concluyó.