¿Por qué nos cuesta tanto dar la cara con nuestros dramas?

El mundo de la música quedó de una pieza después de la salida de "Scorpion", el último disco de Drake. Es que al sorpresivo tema junto a Michael Jackson, feat que se logró gracias a la magia de la tecnología, se suman otros tres temas donde el intérprete aclara una polémica en la que hace rato estaba envuelto, una supuesta paternidad no asumida.

Fue un colega suyo, el rapero Pusha T, quien le pegó bajo al multiganador de Grammys y Billboards con este secretito. En medio de una batalla lirical, donde al candiense primero se le acusó de no haber escrito varios de sus hits más populares, a lo que él contragolpeó con información privilegiada de su oponente y su mujer, finalmente Pusha T disparó con el misterioso hijo del intérprete de "Hotline Bling".

Todos esperaban que Drake diera la cara, pero nunca lo hizo. ¿Qué medio escogió para reconocer a este hijo que tuvo en su breve idilio con la actriz porno Sophie Brussaux? Su música. A través de tres de los 25 sencillos que componen el disco ("Emotionless", "8 out of 10" y "March 14") el nacido en Toronto contó con detalle cómo fue que este pequeño llegó al mundo, y en qué estado se encuentra su relación actual con su primogénito, a quien aseguró no haber ocultado ni abandonado.

"No estaba escondiendo a mi hijo del mundo, estaba escondiendo al mundo de mi hijo", es una de las oraciones con que el rapero reveló su gran secreto. Pero, ¿por qué tomar este camino tan impersonal para revelar "verdades ocultas"?

En los artistas, al menos, es habitual que utilicen sus propias obras para contar ciertas cosas que son complejas de expresar de manera directa. Sin ir más lejos, lo vimos hace poco en "Yo Soy Américo", la biografía autorizada del cumbiero, donde contó varias perlitas, y ejemplos así hay por montón.

Según la psicóloga Mariana de la Vega, este casi siempre es el camino predilecto para los artistas. "El medio o herramienta que tienen para sublimar o canalizar sus emociones son justamente las expresiones artísticas, así pueden escribir libros o hacer canciones como manifestación en un lenguaje propio y que dominan", analiza la profesional de Fundación Nocedal.

Eso sí, también entiende que, en ocasiones, es una jugada comercial. "A veces hay que considerar que, posiblemente, se trata de una estrategia de marketing, y eso genera popularidad o presencia mediática, que también nos habla de un perfil sicológico más exhibicionista", considera De la Vega.

Simples mortales

¿A quién no le ha pasado? Esa sensación de temor, las noches sin pegar pestaña y el caldo de cabeza cuando hay que entablar un diálogo complejo y revelar alguna información que nos complica la vida es algo por lo que todos hemos pasado.

Y en muchas oportunidades, en lugar de confesar cara a cara, se opta por otro camino: una carta, un correo electrónico o un mensaje por WhatsApp asoman como una salida más cómoda.

Al respecto, la sicóloga Mariana de la Vega apunta que "hay personas que prefieren comunicar ciertas cosas complicadas de manera indirecta porque hacerlo de frente les genera vergüenza o ansiedad y, por lo tanto, lo evitan".

¿Por qué pasa eso? La especialista se explaya. "El hablar directo implica hacerse cargo y reconocer la propia responsabilidad en el hecho, que en personalidades o inseguras se hace muy difícil". Incluso, hace una comparación interesante. "Es como lo que pasa en redes sociales, donde uno indirectamente comunica 'estados', pero que en una conversación real no logra tansmitir". Y a usted, ¿le cuesta dar la cara?

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