Theresa May, la dama de hierro 2.0 que no pudo con el Brexit

La primer ministro del Reino Unido, Theresa May, anunció entre lágrimas al mundo que renunciará a su cargo y lamentó profundamente no haber concretado la salida de su país de la Unión Europea.

El 1 de octubre de 1956 nació en la localidad de Eastbourne, en el sur de Inglaterra, la pequeña Theresa May.

Hija de un vicario anglicano, la chiquilla siempre mostró empeño en los estudios, lo que consolidó licenciándose en Geografía en la Universidad de Oxford. Ahí conoció a Philip May, con quien se casó en 1980 y al que conoció en la misma universidad. Con los años en varias ocasiones reconocería su incapacidad para ser madre.

Conocida por su afición al criquet, a la cocina y a la moda, Theresa no solo se hizo fama de perseverante, si no de una política Tory implacable.

El 16 de julio de 2016 asumió como primer ministro británica. Y fue la primera mujer en ocupar el cargo desde Margaret Tatcher. Por eso la prensa pronto la bautizó como la nueva Doncella de Hierro.

Su ascensión al cargo se debió a la renuncia de su antecesor, David Cameron, quien dejó el puesto tras seis años luego que en el referéndum del 23 de junio de ese año los británicos votaron por abandonar la Unión Europea (UE), lo que provocó su caída.

Hablar de Theresa May es hablar del Brexit, o la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Conseguir la aprobación del acuerdo negociado con Bruselas fue su objetivo primordial durante los últimos seis meses, a pesar de que la Cámara de los Comunes rechazó tres veces el documento.

El fracaso llevó al Partido Laborista, principal formación de la oposición, a presentar una moción de censura contra May.

Pero logró salvarse. Ya había sobrevivido en diciembre a una moción de confianza convocada por su propio partido. De todas salió fortalecida.

Ayer anunció que abandona el cargo luego de tres años de gestión. Dijo que dimitirá el próximo 7 de junio, cuando empiece el proceso para elegir a su sucesor como líder del Partido Conservador y jefe del Gobierno del Reino Unido.

Lo señaló en una declaración ante la residencia oficial del 10 de Downing Street y rompió en llanto a terminar su discurso en el que lamentó "profundamente" no haber podido ejecutar la salida del país de la Unión Europea (UE).

"Es y siempre será motivo de gran pesar para mí no haber podido concretar el Brexit", concluyó.

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