Entre noviembre y diciembre pasados, Dante Yutronic, el súper espía contratado por Gerardo Rocha para sapear a su mujer, ya había logrado infiltrarse en el círculo de la víctima o "el blanco", el ex martillero público Jaime Oliva.

"Por entonces, una mañana, cuando fui a juntarme con mi amigo, me lo encontré departiendo amablemente con este señor, a quien conocía a través de la tele, en el Café de los Tribunales. Jaime, quien incluso alojaba en mi casa cuando se quedaba en Santiago, no me explicó nada acerca de su nueva amistad. Sólo me lo presentó: 'Éste es mi amigo, Dante Yutronic'".

Quien habla por primera vez sobre el caso es el martillero público Daniel Cerda. El mismo que conducía una camioneta cuando la procuradora Carmen Margot Ortega, quien fue confundida con Verónica Espinoza, fue filmada por agentes de Yutronic al despedirse con un beso en la mejilla de su ex jefe y amigo.

PRUEBA MULA

El registro sirvió para que el propietario de "La Casa del  Espía" lo presentara ante su contratante, que le pagó 74 millones de pesos por su controvertido trabajo, como una prueba irrefutable de la traición de su mujer.

"Yo he visto la grabación. Es muy clara. Nadie podría confundir a la señora Verónica con Carmen. Ese día fuimos a visitar a Jaime. Pasamos todo el invierno con él. Almorzábamos o tomábamos las onces juntos. Esa tarde lo invité al Casino, pero no aceptó. Entonces nos retiramos junto a Carmen. La filmación se hizo a unos 30 metros. No me cabe en la cabeza cómo Rocha pudo haber confundido a su mujer con Carmen".

- ¿Le dijo alguna vez que tenía problemas?

- Sí. Entre noviembre y diciembre me dijo que estaba preocupado. Me comentó que lo estaba llamando gente de mucho tiempo atrás. No me acuerdo de los nombres. Me nombró damas, pero tampoco me acuerdo. Pudo ser el caso que explotó.

- ¿Pero le comentó que el caso estaba relacionado con su pasado?

- Sí, eso sí. Me confesó que había tenido problemas y que por eso lo estaban molestando. Cosas de hace 15 ó 20 años. Pero un caso de violación, jamás. Por ningún motivo. Él era un tipo alto, buen mozo, de ojos azules, grande, con buenas terminaciones. Muy bien vestido, muy culto. Imposible.

- ¿Estuvo presente en alguna ocasión en que recibió llamadas o amenazas?

- No sé, pero más de una vez, departiendo con él, sonó el teléfono y Jaime, con un gesto de disgusto, optó por no contestar.

SU JOYA

Daniel Cerda mostró a La Cuarta su precioso departamento, incluso la cama mecánica en que se quedaba su amigo, luego de asistir a las reuniones de la Asociación de Martilleros en Santiago. Era uno de los directores. También su automóvil un Mustang avaluado en 50 mil dólares (cada neumático cuesta 200 lucas) de su propiedad, que fue el eterno desafío de Oliva.

"Jaime nunca se atrevió a conducirlo. El pique de este vehículo para él era demasiado pedir. Hay sólo dos en Chile. Era demasiado", asegura Cerda.

Se conocieron hace ocho años y según Daniel la amistad surgió de inmediato ya que el veterano martillero no sólo manejaba al revés y al derecho los secretos de su profesión sino que era "un siete" como amigo y ser humano.

Ahora el amigo y colega sólo anhela que su crimen se aclare y que todos los que conspiraron para matarlo, por la razón que fuera, paguen con cárcel, su crimen.

Manuel Vega O.