¿Cómo debería ser la nueva prueba de acceso a la universidad?

Expertos piden que los cambios que se realicen a la PSU estén dirigidos a evaluar al estudiante en su vocación. Además, proponen dos pruebas al año y exámenes independientes en cada universidad.

A una semana del bochorno histórico en los 16 años de PSU, la que debió reagendarse y que tendrá un round en tribunales para definir la verdad judicial en contra de los acusados de "boicotear" la prueba, distintas voces ligadas al mundo de la educación evalúan el actual sistema y cómo debería reformarse en búsqueda de mayor equidad a la hora de postular a las universidades chilenas.

En plena crisis, en el Ministerio de Educación recordaron que a partir del 2021 la selección de estudiantes dejará de estar a cargo del Demre y pasará a manos del Mineduc, lo que supone una modernización de la prueba.

"El sistema de admisión pasará a ser administrado por nosotros, de hacer los cambios que no se han hecho durante tantos años que permitan tener una prueba y un sistema de admisión más justo. Desde el año pasado hemos convocado a comités de acceso y trabajado con expertos de todo el país porque nosotros sí vamos a impulsar cambios que comenzarán a concretarse desde el proceso de admisión 2021", comentó Juan Eduardo Vargas, subsecretario de Educación Superior.

Los expertos coinciden en el diagnostico del Mineduc sobre que la prueba necesita mejoras urgentes, aunque aseguran que un enchulamiento completo a la PSU es una misión que tardaría años y que difícilmente estaría lista para el próximo proceso de selección.

"Se debe avanzar en una prueba que mida habilidades, entiendo que cualquier cambio que se haga requiere de mucho tiempo. Se debe trabajar en mecanismos alternativos como darle flexibilidad a las instituciones para que introduzcan nuevos sistemas de selección, como por ejemplo la entrevista, ensayos, pruebas especificas que puedan medir habilidades del estudiante", comentó Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.

En "Educación 2020" aseguran que es necesario crear un mecanismo más inclusivo y justo de acceso a la educación superior, aunque manteniendo un sistema centralizado. Sin embargo, aseguran que el examen debería rendirse dos veces en el año, para eliminar tensiones y darle más oportunidades a los estudiantes.

La vocación del estudiante a la hora de postular a la carrera es algo que no mide la PSU. Todos, humanistas y científicos se exponen a las mismas preguntas, lo que los expertos aseguran debería ser cambiado de cara al futuro.

"Sería bueno integrar un mecanismo donde los factores vocaciones pudieran estar presente, aunque hay que considerar que se trata de contingentes de 300 mil personas, pero se podría hacer un esfuerzo para incluir elementos cualitativos que muestren la vocación del estudiante", aseguró Pablo Toro, doctor en Historia y académico de la Universidad Alberto Hurtado.

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