La Villa Santa Lucía queda a 61 kilómetros al sureste de Chaitén, cerca del lago Yelcho, tiene menos de 300 habitantes y un aluvión de troncos, piedras y barro arrasó parte de la localidad durante la madrugada de ayer causando la muerte de cinco personas y la desaparición de otras quince.

La lluvia en la provincia de Palena provocó el desprendimiento del terreno a cinco kilómetros de la localidad, cerro arriba, y alrededor de 20 casas fueron arrasadas, además un colegio que hoy iba a ser local de votación (página 13) fue afectado.

Producto de las estufas a leña que fueron sacadas de cuajo, se provocaron 2 incendios.

De los fallecidos dos mujeres habían sido identificadas:

Se trataba de Claudia Ojeda, de 41 años, y de Elsa Pineda, de 68, en tanto un turista de sexo masculino era otra víctima fatal cuya identidad no había sido confirmada.

Entre los heridos, los tres de mayor gravedad fueron trasladados en helicóptero a Chaitén. De ellos, un hombre sufrió una fractura torácica, otro resultó policontuso y un niño quedó con las vías respiratorias afectadas por el fuego, aunque todos estaban fuera de riesgo vital.

Desde el aeródromo Santa Bárbara de la ciudad están trasladando a los heridos a Puerto Montt en un avión ambulancia.

Cuando salió el sol el panorama en la localidad era desolador, además no había electricidad, agua potable ni conectividad telefónica.

Por eso, ante la magnitud de la emergencia desde Osorno salió un destacamento del grupo USAR de bomberos, también se desplegaron efectivos de la PDI de la Brigada de Homicidios especialistas en la búsqueda de personas junto a 14 carabineros del GOPE y perros adiestrados de la policía uniformada.

Zona de catástrofe por aluvión

Se dispuso de un albergue en el pueblo de La Junta, a 90 km, y los habitantes que no sufrieron daños, apoyaron recibiendo vecinos.

Michelle Bachelet encabezó una reunión de emergencia en La Moneda, donde se decretó zona de catástrofe e informó que no descartaba viajar a la zona, como sí lo hicieron los ministros de Defensa, José Antonio Gómez, y de Obras Públicas, Alberto Undurraga.

Testimonios. María Isabel iba viajando en su camioneta con mercadería a Futaleufú cuando se encontró con la tragedia:

"Iba subiendo hacia la Villa cuando vi que venían muchos vehículos muy rápido que me hacían cambios de luces, hasta que una camioneta de Vialidad se me cruzó en el camino y me dijo que me devuelva que la cordillera se venía abajo…. No supe cómo me di vuelta y regresé lo más rápido posible".

Marco Antonio Fernández, contó que la Villa es una parada habitual de los buses para tomar café: "La señora que falleció era la dueña de la cafetería y nos atendió en la mañana...fue la última vez que la vi".