En gustos no hay nada escrito estamos claritos, pero lo que es una verdad indiscutible es que cuando te abandonas a los placeres del Dios Eros, los aromas son un ingrediente fundamental.

Y a pesar que los humildes obreros del sitio Pop no somos escueleados en el tema, sólo rendimos ante aquellos que han dedicado su vida a rendir culto a los placeres del amor.

Los que saben, como el neurólogo y siquiatra gringo –Alan Hirsch- juran de guata que existe una fuerte relación entre el olor y la estimulación sexual.

Según ellos desde el momento en que nos enredamos entre las sábanas activamos todos los sentidos y el que viaja a mil por horas es el olfato.

A tanto llega el cuento que el doc Hirsch llegó a la conclusión de que el 25% de aquellas personas que sufren la pérdida del sentido del olfato, también pierden una parte de su función sexual.

La otta, Ingelore Ebberfeld, se la jugó con los olores que nos dejan pate laucha en el ring de cuatro perillas de acuerdo a un estudio de un lote de alemanes de ambos sexos, entre 15 y 84 años. Este es el ranking:

1

Al natural

Casi el 50% de los valientes que confesaron sus cochinaditas dijeron que el olor natural de sus parejas los dejaba como teteras.

2

El aroma impregnado en la ropa tras 8 horas de pega

Un número similar reveló que olían las prendas de sus parejas que ocultan los tesoritos para despertar la líbido y si éstas habían sido usadas en laaaaargas jornadas, los dejaban con infarto de hormonas.

3

Perfumes

Un número no despreciable se inclinó por los perfumes artificiales, como el olor a jaboncito y colonias, pero de las buenas. El pachulí sólo obtuvo algunas preferencias cuando se trata del amor tarifado.

4

Directo al grano: el aroma íntimo

La otra preferencia que se robó el rating fue derechamente el olor a flor humana.

5

Después de…

Para un grupo no despreciable el olor post-sexo es el que les roba el cuerpo, los sentidos y el alma misma.

6

Los exóticos

Y bueh… no faltan los minoritarios que hacen valer lo suyo. Unos pocos de los que entraron en el estudio juraron que el olor de las axilas despertaba el animal que llevaban dentro.

Bonus track

El incomprendido olor a boca o alitosis no obtuvo ninguna, ninguna preferencia. La gallada fue unánime: ese aroma no para ni las pestañas.

Fuente:entremujeres.com