Son silenciosas y sus ataques pueden ser mortales. Así son las arañas de rincón, insectos que se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para la salud pública, y de los que no se tiene la suficiente información como para hacerles frente.

Fue esto lo que motivó a un equipo de especialistas del Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (Cinv) a realizar pruebas para saber más sobre este arácnido que amenaza nuestra seguridad en el hogar.

"Decidimos trabajar con esta variedad por lo que representan en Chile como peligro para la salud pública", detalló el doctor Oliver Schmachtenberg, uno de los líderes del estudio.

La conclusión más trascendental a la que llegó el equipo es que la araña de rincón puede ver en tres colores, algo impensado hasta ahora. Sí, pues por siglos la creencia popular señala que las arañas, especialmente las de rincón, evitan la luz natural y artificial. Sin embargo, Schmachtenberg junto a Jesús Olivares y Felipe Tapia demostraron que esta especie manifiesta sensibilidad frente a la luz ultravioleta, azul y verde.

En palabras sencillas, la araña de rincón reacciona ante este tipo de luces, por lo tanto, tiene la capacidad de ver un rango específico dentro del espectro de colores.

La investigación. Utilizando electrodos que son instalados en los ojos del insecto, los expertos del Cinv determinaron que las arañas de rincón ven de manera monocromática dentro de un rango espectral de luz, y que son ciegas a ciertos colores como el infra rojo y sus derivados.

"Este descubrimiento es muy importante porque, hasta ahora, se ha dicho que las arañas de rincón son animales nocturnos, que se escapan de la luz y esto demuestra que son sensibles a la luz ultravioleta, verde y azul", dice Schmachtenberg.

El doctor destaca que este descubrimiento podría ir de la mano con la solución para erradicarlas de manera definitiva de los hogares. "Esta información es relevante para saber qué le atrae o repele a estos insectos. Podríamos crear un repelente que las ahuyente de las casas".

El académico es enfático en señalar que hoy no existen repelentes en el mercado nacional, sólo venenos, y que no son muy eficientes, porque siempre dejan rastro en los lugares donde son aplicados, e incluso, pueden llegar a ser tóxicos para el humano.

Además, explica que un uso constante de estos productos puede contribuir al desarrollo de problemas neurológicos, como el Parkinson.

Estas arañas representan un problema de salud pública por su magnitud, prevalencia e impacto social. Sin embargo, el proyecto de los científicos no busca eliminarlas, ya que contribuyen al control de determinadas plagas como cucarachas y zancudos.