Una pequeña caja metálica con un parlante en su interior fue suficiente para que la policía argentina detuviera a los chilenos María Medrano y Felipe Zegers, a los que acusaron de colocación de artefacto explosivo y, además, de formar parte de una célula anarquista en ese país.

Zegers es director del festival de arte urbano Hecho en Casa y se encontraba junto a su pareja sentimental, la arquitecta que diseñó el teatro Biobío en Concepción, para participar de una charla en un "contracongreso" de la Universidad Nacional de Córdoba, en el marco del Congreso de la Lengua.

"El material que se encontró es parte de una instalación de arte urbano que se presentó en esa ciudad el sábado, junto a varias otras, y que consistía en un parlante que leía textos a viva voz para inspirar a las personas a comunicarse y fomentar el lenguaje inclusivo", contó Camilo Palma, socio y amigo de Zegers.

"Escape"

Según la versión policial trasandina, los chilenos habrían abandonado el hotel donde se hospedaban sin pagar, cerca de las 6 horas del domingo, dejando sobre la cama la "bomba". El artefacto fue descubierto por una mucama, quien dio aviso a la Brigada de Explosivos de la Policía, que lo hizo detonar.

"Si cometieron un error fue no avisar en el hotel que estaban dejando algunos objetos de esta instalación: dos parlantes tipo bocina, cables y una pequeña caja de metal que contenía un componente genérico de programación que, en este caso, cumplía la función de pasar texto a lenguaje hablado. Jamás pensaron que esto provocaría el malentendido", agregó Palma.

La pareja viajó ese mismo domingo a Buenos Aires, donde iba a juntarse con unos amigos. Sin embargo, Gerdarmería Nacional los esperaba para detenerlos y acusarlos por la colocación del artefacto explosivo y formar parte de una célula explosiva.

"Se cree que el hombre y la mujer estarían vinculados a un grupo anarquista, que quería cometer un atentado durante el Congreso de la Lengua", dijeron desde el Ministerio de Seguridad de Argentina, a cargo de Patricia Bullrich.

"No pude hablar con ellos, pensé que estaban acá, estoy hablando con el consulado. Los llevaron con una acusación tan grave como es el terrorismo. Ellos siguen presos por una causa ridícula", indicó la periodista y amiga de la pareja, Carolina Ortega.

"Se ha asegurado el seguimiento y el apoyo consular, que es lo que corresponde en el caso de cualquier ciudadano chileno detenido en el extranjero", dijo Raúl Sanhueza, director general de Asuntos Consulares de Chile.

Las penas por este tipo de delitos al otro lado de la cordillera, partes desde los 5 años y llegan a los 15.