La controversial marcha contra la inmigración, organizada por el movimiento "Aún tenemos patria", tuvo un duro revés ayer, luego de que la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, decidiera bajarle el dedo a la manifestación.

Los organizadores del evento pretendían reunirse este domingo 11 al mediodía en Plaza Italia, con la intención de demostrar su descontento con el aumento de extranjeros en Chile, y según ellos, la nula capacidad del Estado para poner en regla la inmigración.

Uno de los motivos de la autoridad para desacreditar la idea de marchar fue los incidentes que se podrían provocar en plena celebración del Día del Niño.

"Hemos tomado la decisión de rechazar la solicitud de esta marcha del día domingo y llamamos a los ciudadanos a no asistir el día, porque no va a haber autorización y porque vamos a tomar todos los resguardos pertinentes para que nadie pueda marchar ese día, porque aquí lo que está en juego es el bien superior de cuidar a las personas de Santiago", comentó la intendenta.

Otro Intento

La resolución de la autoridad no dejó para nada contentos a los organizadores de la marcha, quienes ya pidieron una nueva autorización para reunirse.

"No estamos de acuerdo con la violencia, pero sí en defendernos si nos atacan. Esta idea partió para la supervivencia de 17 millones de personas que vemos como no hay reglas migratorias claras. No es nada contra los extranjeros que están acá, es un llamado de atención a las autoridades", comentó Pedro Kunstmann, vocero del Movimiento Social Patriota.