SANTIAGO.- Marcando ocupado dejó a la gallada el dueño de la planta de tratamiento de residuos orgánicos, Colhue S.A. que tiene la patá en Pelequén. El empresario, Germán Pardo, señaló que no vuelve a abrir y que transformará el  lugar en una reserva ecológica.

En conversa con Radio Biobío, señaló que las personas que decidieron cerrar su empresa por tres meses, en realidad sólo intentan cuidar sus puestos, pues si Colhue hace daño al medio ambiente, se acabó y punto.

Agregó que en la zona hay 500 mil toneladas de lodo y que en su planta hay 200 mil bien tratados "veamos ahora como sigue la contaminación" una vez que bajen la cortina, manifestó Pardo.

Aseguró que además de preocuparle mucho el tema del medio ambiente, lo tiene achacado la estabilidad laboral de su gente y por ello, los incluirá en este nuevo proyecto de reserva ecológica.

EN PELEQUÉN CELEBRAN CON CHORIPANADA

El alcalde de Malloa, Luis Barra, contó a LaCuarta.com que él y la gallada de Pelequén están más contentos que perro con dos colas por la decisón del  cierre por 90 días el Centro de Manejos de Residuos Orgánicos de la empresa Colhue, que adoptó la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de O'Higgins.

Pero lo que no le borró la sonrisa ni con limón fue el notición que dejó caer esta mañana al dueño de la empresa, Germán Pardo, de no volver a abrir y de transformar la planta en una reserva ecológica.

"Me alegro mucho de la determinación del señor Pardo, pero voy a estar tranquilo cuando sea la Comisión de Evaluación Ambiental la que lo resuelva y lo deje por escrito", aseguró el Edil.

Agregó que pese a que en la plaza de Pelequén ya están celebrando con una choripanada el curso de los acontecimientos de esta mañana, igual siente que todas las reacciones son tardías. "Mire la fiscalización que se hizo hace tres días y que motivo la orden de cierre no tiene ninguna diferencia con la que se hizo hace un año", puntualizó el alcalde.

Son nueve las infracciones encontradas que tienen que ver con depósitos de residuos cerca de cursos de agua, más tonelaje del autorizado, horarios de recepción de estos, entre otros.

El alcalde pataleó que no entiende como la autoridad competente no  consideró grave que Colhue haya tenido que pagar dos multas, en poco más de una año, que en total suman 1000 UTM.

Ahora sólo esperan que los responsables de este cuento hagan su trabajo y resuelvan legalmente el cierre de una planta que desde el inicio no cumplió con lo prometido y cuya autorización de funcionamiento se aprobó entre gallos y media noche, aseguró el alcalde Barra.