El broche de oro para la celebración de la semana de La Unión fue un desfile de carros alegóricos seguido de la presentación de dos grupos que el domingo 22 cantaron ante 12 mil personas en el centro de la ciudad.

Primero se presentó el conjunto Lluvias de Amor y luego subió al escenario un dúo argentino famoso por interpretar una modalidad conocida como "onda turra" o "electro cumbietón".

Lo cuático es que algunos de sus fanáticos encontraron a los artistas algo cambiados, menos lindos, como si tuvieran retención de líquidos y acento chileno, pero durante la velada musical todo pasó piola hasta el día siguiente cuando el manager fue abordado por el medio local "El Caulle".

Milton Zeballos confesó que efectivamente los artistas que llevó al evento no eran los que la barra pop conoce como "Nene Malo", sino que les vendió la presentación de "Franquito y Nene Malo", un cantante que según él participó del grupo en sus inicios, pero el artista ni siquiera es consignado en la verdadera disputa del popular grupo.

Resulta que el fundador del conjunto se llama Franco Zeta y tuvo atados con un integrante llamado Roy Vázquez, quien emigró y siguió usando el nombre de la banda. En sus disputas nunca mencionó a Franquito hasta ayer que le llegó información sobre el atado ocurrido en La Unión.

Franco, el original, manifestó que "me acabo de enterar que en la ciudad La Unión de Chile se presentó un falso Nene Malo. Es una lástima que los hayan estafado".

Consultado por el diario pop Milton, el manager, quedó de devolvernos la llamada y nunca más dio señales de vida.

En tanto, la alcaldesa de la ciudad de la región de Los Ríos, María Angélica Astudillo, informó mediante un comunicado que "en estos momentos el municipio se encuentra recabando mayores antecedentes, y de esta manera analizar si los hechos ameritan iniciar acciones legales".

Como si eso fuera poco, el 13 de febrero la versión alternativa del conjunto se presentó en Renaico (región de La Araucanía) en donde un funcionario municipal reconoció que también les metieron el dedo en el ojo los imitadores de la onda turra.