El ají cacho'e cabra tirita ante brígido Carolina Reaper

“Los ajíes acá son súper mamones”. De esa manera, clara y directa, Claudia Sepúlveda explica el nacimiento de su empresa de importación de salsas picantes de varios rincones del mundo.
La mujer es ingeniera de profesión y hace un tiempo quedó sin pega. No obstante, la cesantía le sirvió caleta pues le dio el impulso para emprender y se tiró a la piscina junto a su pareja, Ítalo Neira, para fundar “Chile Picante”, el primer negocio criollo que trae los ajíes más sabrosones y picantes del universo.
“La empresa vio la luz por nuestro interés de crear una cultura del ají en Chile. Acá son muy pocas las variedades que hay a la venta y es mucha la gente a la que le gusta”, contó Claudia Sepúlveda a La Cuarta, la picante por esencia.
A través del sitio web y redes sociales de la empresa, los amantes de este fruto pueden entrar a picar y cotizar las diferentes variedades, aromas y precios, los que son asequibles a todo tipo de bolsillo.
¿Y de cuánto estamos hablando? Los más económicos, pero de calidad, cuestan $3.490 y si quiere tirar llamas por la boca con uno bien picoso, tiene que desembolsar $20.990.
En llamas
A la mayoría le llega a dar picazón a la hora de leer el catálogo que disponen los cabros.
Sin embargo, hay un producto que llama enormemente la atención de los machos. ¿La razón? No es por su nombre de modeloca farandulera, ni menos su seudónimo de “perversa”. No sean mal pensados, cabros, porque estamos hablando del brígido “Carolina Reaper”, el ají más picante del mundo según el Libro de Record Guinness 2014, el cual le hace arder el quetejedi y dejar sin habla hasta al más rudo.
La botellita de 148 ml es la más cara que tienen a la venta y la razón es obvia. “La primera vez que lo probé cometí el error de probarlo directo del envase, sin comida y sin nada: se me durmió la lengua por medio minuto. Por eso, es recomendable mezclarlo con un arroz o sopa, pero degustarlo directamente es muy fuerte”, dateó Ítalo Neira, un bravo para esta salsa picante.
Este producto es proveniente de Gringolandia y sacó la chapa del más brígido cuando Ed Currie mezcló el ají Habanero con un Naga jolokia. ¡Ay, Dios mío!
Su nombre obedece a su creador, quien es oriundo de Carolina del Sur, y reaper es un término gringo para referirse a la muerte.
“Este ají es muy fuerte. De sabor es bastante agradable y sólo con unas gotas tienes para toda una comida. Al que le gusta el ají lo va a disfrutar, porque produce esa leve euforia, comienzas a sudar y el calor te llega”, concluye el hombre, quien no lo recomienda a personas sensibles de paladar.
Imperdibles
Lo último
hace 32 min
11:23
10:44
10:11
09:34












