Un fuerte guatazo sufrió el Real Madrid en su vista al Bayern Munich por la semifinal de ida de la Champions League. Claro, pues el partido estaba 1-1 hasta los 89', minuto en el que apareció la figura de Mario Gomez para embocarla y dajar con el manso cuello al pesote de Mou.

Si bien en los números el cuento estuvo parejo, la mocha siempre estuvo controlada por los alemanes, quienes se pusieron en ventaja gracias al tanto de Franck Ribery en el minuto 17 de la primera pata.

En el inicio del complemento, todo pintaba bien para el conjunto local, pues las constantes llegadas y chutes fuera del área tenían tiritón a Iker Casillas.

Sin embargo, siempre cuando el buen fútbol se hace humito aparecen las individualidades para rescatar al Madrid. Corría el minuto 53' cuando Mesut Özil convirtió la pepa del empate luego de una lucida maniobra del franchute Karim Benzema.

Claro que justo cuando los merengues juraban de guata que se iban con un puntito en el bolsillo de vuelta a España, Gomez aprovechó un centro preciso de Philipp Lahm para dejar con los ojitos blancos a los 70 mil fanas que repletaron el Allianz Arena.

Con la victoria, los pepillos están obligados a ganar en el Bernabéu para no irse de PLR y seguir con vida en el torneo.

La otra semi se disputará mañana miércoles en Stamford Bridge, donde se enfrentará el Chelsea con el Barcelona.

ROBO EN EL VESTUARIO

Tan bacán juega el equipo del simpatico Mou que sus rivales tienen que cranear hasta lo imposible pa' darles pelea. Y eso fue precisamente lo que hicieron algunos pelusones en la previa del partido.

Los vivarachos no encontraron nada mejor que ingresar al vestuario e irse por dentro con algunas pilchas de los crack del conjunto merengue.

Como era lógico, el que más las vio negro fue el bueno de Cristiano Ronaldo, quien sufrió el robo de su camiseta, tres pares de tatos y aparentemente cuatro kilos de producto capilar, según sapeó Eladio Parames, vocero personal de Mourinho.

Los otros afectados fueron el otto Mesut Özil y el francés Karim Benzema, quienes también se quedaron con la guata al aire y a pata pelá.