Cuando los pasajeros se enojan porque las máquinas que maneja Washington Díaz (53) van más lentas que tortuga con la caña, él les contesta con una sonrisa en el caracho: "La micro de los chanchos ya pasó hace rato".

Don "Washi" es chofer de los recorridos 200 de la empresa Subus y su copiloto es el buen humor.

"Siempre ando echando la talla. Me gusta hacer reír a mi familia y a mis compañeros de trabajo", cuenta el micrero que, de puro tony, un día se inscribió en el concurso de cazatalentos que la empresa de transportes realizó y ganó como el más chistoso.

Washington lleva más de 30 años manejando en el transporte público y es un firme creyente de la teoría de que el humor es un remedio infalible para el estrés.

"Siempre hay pasajeros violentos que creen que uno es el causante de que ande mal el sistema, pero yo les digo que se ven feos enojados", relató el conductor que aún añora las micros amarillas.

"Nosotros mandábamos con las micros amarillas. Manejábamos los tiempos y podíamos hacer un asadito. Ahora es más frío, pero peleamos menos con los pasajeros y no nos preocupamos de cortar boletos", filosofa Washington.

Asegura que los chistes que nunca le fallan a la hora de sacar carcajadas son los de grueso calibre y bien cargados al acto procreador en el ring de cuatro perillas: "Son los que más hacen reír, me cuesta contar los finitos".

Explicó que estuvo obligado a suavizar las rutina con las que ganó el concurso de cazatalentos. "Era un contexto más familiar, no podía ser tan ordinario", dice el humorista ambulante que sueña con pisar la Quinta Vergara.

- ¿Y algún chistecito que pueda tirar?

- Se juntaron dos mentirosos y uno le dijo al otro: Una vez me saqué un ojo y un día me encontré una bolita y me lo puse. El otro mentiroso le respondió: Una vez me saqué una mano y encontré una ubre de vaca y me la puse. De ahí que meto un dedo al café y me sale cortado. "Qué eres mentiroso", dice el primero y el otro contesta: Míramelo con tu ojo de vidrio.

- Están igualitos a los de Ricardo Meruane. Listito pa Viña, compadre...

- Tengo peores chiste, en todo caso.

A ver, tírese uno. No, mejor no...