Impacto causó el caso de una joven en Purranque, Región de los Lagos, aquejada por una extraña enfermedad que aunque usted no lo crea, la hace llorar sangre.

Yaritza Oliva, de 20 años, vive una verdadera pesadilla por culpa de esa rara dolencia que para más remate, aún no ha podido ser diagnosticada por un especialista, ya que sus padres no cuentan con los medios para llevarla a un doc. Además, el único oftalmólogo que va algunos días de la semana al hospital local, tiene sus horas completamente copadas.

"Pido que la vea un especialista y que le hagan sus exámenes para ver qué es lo que le pasa a ella", indicó emocionada su madre, Malvina Paillaca, al Canal 24 Horas.

La joven, por su parte, insistió en que nadie sabe qué enfermedad la está afectando, y que ella misma especuló que se podría tratar de un caso extremo de conjuntivitis o una infección e incluso se le pasó por la mente que podía ser un estigma.

A PONERSE

Yaritza reconoce que una de las pocas veces que pudo ir a un doc, fue cuando partió con su enfermedad, siendo trasladada al hospital de Puerto Montt donde sólo le dieron unas gotas para el ardor.

“La gente me miraba con lástima y otros se reían, por eso me da cosa que me vean así”, relató Yaritza.

Su padre, José Oliva, un carpintero que se encuentra sin pega, está con el corazón destrozado al no poder darle una solución a su hija, y por ahora lo único que le queda es solicitar ayuda a algún buen samaritano.

“Alguna persona que ponga sus manos en el corazón y vean la situación nuestra y ayuden a mi hija”, pide José.

Por si esto fuera poco, y si el dolor no fuera suficiente para esta familia, la niña padece otro rarífico  síndrome que disloca sus extremidades en cualquier momento.