María Araneda González (54) y Javier Almarza Contreras (54) jamás se habían cruzado en sus vidas y no tenían nada en común, hasta que en 1989 les avisaron que compartían algo más que la edad. Tenían el mismo RUT.

Ellos no le dieron mayor importancia en ese momento y siguieron con sus vidas, pero cuando Javier pasó por un banco a mediados de los noventa para pedir un préstamo, cachó que su nuevo Rut era reciclado, ya que le había pertenecido a otra persona.

"Mi 'nuevo' número de identidad había pertenecido a alguien que tenía muchas deudas, onda poquito menos de 100 millones de pesos, y con mi nuevo carnet heredé esa deuda. Esa persona actualmente vive en Europa por lo que estoy de brazos cruzados", contó un angustiado Javier.

Debido a este cachito, el hombrón- asegura- tuvo que cerrar su taller mecánico y lo ha pasado malena, ya que, según los archivos, él ya no es el padre de sus hijos, y tuvo atados para autorizar una salida de su retoña cuando salió de paseo al extranjero.

María no lo ha pasado tan mal como Javier, pero igual anda tiritona. "Para el plebiscito del '89 el mismo Rut votó dos veces, y, según nuestras libretas de familia, yo estoy casada con la señora de Javier y él está casado con mi marido. Somos los primeros matrimonios homosexuales".

Víctor Rebolledo, jefe de Archivo del Registro Civil, contó que ya le habían dado solución a este atado. "En nuestros archivos ellos no tienen problemas. Les extendimos certificados para que los presenten donde ellos estimen pertinente. Tenemos la mejor disposición con ellos". El registro explicó que como ya fue solucionado el tema en esta repartición, todos los problemas son única y exclusivamente de las otras instituciones que no reconocen los reclamos que hacen los afectados.