Para los que tienen una pierna suave, perrito que le ladre y haga cucharita, un amorcito que lo apapache las noches frías o un osito polar que sepa hacerle entrar en calor, las gélidas temperaturas no han sido problema. Pero para todos aquellos que están más solos que el uno, la bolsa de agua caliente es y será una buena solución.

Sólo ayer en Santiago se registraron -3 grados y -7 en Lampa, y las temperaturas bajo cero seguirán marcando el paso.

La barra pop, en una encuesta realizada en lacuarta.cl fue clara al decir, con un 67,3% de los votos, que su mejor forma de pasar el frío y dormir más calentito que guagua con osito es agarrarse con fiereza al guatero con uñas.

Sin embargo, hay varios que están solitos, por lo que la frazada eléctrica y la bolsa de agua caliente son opciones que no se dejan pasar.

Por precio, lo mejor son los tradicionales guateros, por ejemplo, los Thermica sacaron una línea de diseños colorinches, que además de alegrar la vista, las fundas evitan que se queme las patitas y le salgan sabañones. Estos guateros tienen la ventaja de estar certificados por el Idiem de la Universidad de Chile, lo que garantiza que no se van a romper estando dentro de la cama.

Otra opción son los guateros de semillas. Si bien son más caros que los otros y el calorcito dura menos tiempo, son más seguros a la hora de provocar quemaduras.

El funcionamiento de los de semillas es re simple: se humedece la bolsa e introduce por 30 segundos al microondas. Tendrá calor por un par de horas.

Y si hablamos de una cama tibia de punta a punta, los calentadores eléctricos llevan la delantera.

Pero ojo, que hay que comprar los originales, pues los cuneta pueden provocar desde un cortocircuito hasta un incendio.

NUNCA HAGA:

* Comprar un guatero en la calle, pues puede derretirse y reventarse.

* Ponerle guatero a una guagua.

* Adquirir un calefactor en la cuneta.

Por ello, los más recomendables, renovables, adaptables a la temperatura según las circunstancias y cien por ciento naturales, son los con uñas...por lo que nos han contado.

Con estos fríos polares, es obvio que la barra va a buscar calorcito artificial para no convertirse en pingüino.

Pero el exponer la piel a estufas, guateros o calefactores eléctricos, puede provocar daños severos.

Según la doc Mónica Ross, dermatóloga de Clínica Avansalud, "el principal efecto que sufre la piel tras la exposición a ambientes con calefacción y estufas durante varias horas al día es la vasodilatación, que si es mantenida por varias horas seguidas produce inflamación y en forma subsecuente causa infección si no hay un buen aseo de la piel".

La solución es "cuidar la piel con productos específicos, junto con la limpieza en la mañana y en la noche para eliminar las células muertas y permitir que respire", recomendó la especialista.