Crónica

El "Guatón Lost" era el terror de los completos

Hace 22 años nació Bastián Camilo Arriagada y pesó 4 kilos 50 gramos. Según su mamá era tremendo, a los dos días de vida parecía una guagua de cinco meses. "Siempre fue gordito", confesó junto a su féretro.

La pena infinita que siente Marcela por la muerte del vendedor de discos pirata que estaba encerrado con violadores y asesinos, no impide que evoque los lindos recuerdos que atesora del "Guatón Lost", como era conocido en San Bernardo por su parecido con el simpático actor de la serie gringa.

La mamá recordó que en la última visita que le realizó a la cárcel al segundo de sus cuatro hijos, "estaba contento" porque se había acercado a unos internos evangélicos, "que son más tranquilos" y quienes incluso le regalaron un terno para que participara del culto.

Lo que no se explica y la llena de impotencia es por qué Camilo fue trasladado a la Torre 5, siendo que estaba bien en la cuatro. Tampoco logra asimilar por qué cresta a alguien lo condenaron  a 61 días a la sombra por vulnerar la ley de propiedad intelectual; Camilo tuvo la oportunidad de evitar la cana si hubiera ido a firmar periódicamente.

"Yo le decía que se buscara un trabajo más estable y seguro, pero él, con la confianza de la juventud, me decía que no le pasaría nada", contó la mujer.

Lo que más destaca la madre del muchacho es que "no era un delincuente", y que en todos lados siempre era el alma de la fiesta. "Me acuerdo de una vez que se puso a cantar súper feliz bajo la lluvia, mi hijo nunca le hizo mal a nadie, era bueno para reírse, amistoso y muy bueno para comer", explicó.

- ¿Cuál era su plato favorito?

- ¡Todo! Su pasión era comer. La olla tiritaba cuando llegaba a la casa, le gustaba el  puré con bistec, el arroz con huevo, las papas fritas, los sánguches, pero lo que más le gustaba de todo eran los completos.

- ¿Qué espera de la justicia?

- Que investiguen y encuentren a los responsables. Mi hijo no era un delincuente. Él entró vivo a la cárcel y me lo devolvieron en un cajón.

QUERÍA ESTUDIAR

En el living de la casa de Camilo estaba su féretro rodeado de coronas de flores. Destacaba una muy grande y bacán que decía "Adiós Guatón Lost".

El difunto era soltero, no estaba pololeando y su madre con resignación dijo que ojalá tuviera algún nieto perdido por ahí para recordarlo con una criatura que trascienda la muerte de Camilo, y entregarle el amor que sentía (y siente) por él.

Mauricio Arriagada agregó que su sobrino pensaba sacar el cuarto medio, ya que abandonó en el colegio Santa Lucía para trabajar y solventar sus gastos.

Sobre el pirateo de películas reconoció que lo hacía hace unos dos años en el centro de San Beca, pero recalcó que "nunca vendió cintas pornográficas".

Un consuelo entre toda la tragedia, es que el cuerpo de Camilo no sufrió el efecto del fuego y fue reconocido fácilmente. El "Guatón Lost"  falleció asfixiado, ¡asfixiado inexplicablemente junto con peligrosos criminales por un delito menor!

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