¡El piropo es arte, mi washita linda, preciosa!

Algunos salen del alma, y todos de la boca. Provienen de machos galantes, califas o enamoradizos. El piropo es una institución chilena casi tan grande como la Teletón, más presente en nuestra vida que la Cordillera de los Andes, casi tan imperecedero como el olor a patas después de un día de laburo.
El piropo (más aún que Colo Colo) es Chile, o sino pregúnteles a las extranjeras de buenas piernas que pasan frente a una construcción. El lunes lo dijo en el diario pop en un precario español la bielorrusa Aksana Silvankova: "Yo no entiendo hombres silba calle a mujeres. Salgo con amigas y hombres silbar. Salgo con ropa hasta el cuello y hombres silbar calle. ¡Salgo con mi marido y hombres silbar!". Pobrecita.
BELLA SOLEDAD
"Memoria Chilena" es un departamento que depende de la Biblioteca Nacional y su objetivo es difundir su cotota colección.
Para las Fiestas Patrias se les ocurrió convocar a los chilenos a mandar piropos por internet entre el 15 y 30 de septiembre.
La primavera hecha periodista, Soledad Camponovo, participó del proyecto y contó que llegaron más de 600 colaboraciones diferentes, y entre ellas escogieron las 171 mejores que compilaron en el libro titulado "¿Quién fuera...?".
No clasificaron en la publicación digital los piropos pencas y los demasiado picantes, cochinos y degenerados.
El angelito caído del cielo, más rica que un camión del Brink's, que deberían sacarle un parte por exceso de belleza, agregó que dividieron los piropos en categorías e incluso uno fue calificado como "antipiropo", porque en realidad no es muy gratificante. Loreee: "Te dije que te quería, sólo para hacerte burla, quién te va querer a ti pellejo con tantas pulgas". ¡Aghhhh!
ESCOGIDOS
El piropo más atingente por la crisis económica que se nos viene encima dice: "Si mirarte fuera trabajo, no existiría el desempleo".
En onda astral el aporte de un obrero de la construcción fue para llorar: "Del cielo cayó un pañuelo bordado con letras negras, y en cada punta decía tu madre será mi suegra". Otro maestro fue tragicómico: "He visto caídas de andamio y da mucha pena, y usted mi linda cayó del cielo y esta regüena".
El absurdo no podía estar ausente. Cache: "Ayer pasé por tu casa y me tiraste una bicicleta". ¡Oh, rayos!
Un compadre se pasó para califa, pero no cayó en la picantería, sino que sólo en la gula: "Si Adán se comió una manzana por Eva, yo me comería un cajón con etiqueta y todo".
Hay dos clásicos que no morirán: "¿Le dolió... cuando se cayó del cielo?". El siguiente es: "Si usaras capa serías súper rica", que tiene una versión ofensiva que cambia el adjetivo "rica" por el que usted ya sabe. No se haga el...
ACÉPTENLO, QUE LO LLEVAMOS EN LA SANGRE
En el prólogo del libro los compiladores explican que, según propone Carlos René Ibacache en su estudio Evolución del Lenguaje Galante, publicado en 1986, "el piropo es definitivamente una modalidad lingüística estructurada en una frase corta y punzante, de buen gusto, que recibe una mujer hermosa, amablemente, de parte de un hombre".
Agregan que "haciendo extensiva la definición de Ibacache, diríamos también que puede ser recibido por un hombre amablemente de parte de una mujer: ¿Quién fuera reloj para ser dueña de tu tiempo?, o ¿Tu mamá es panadera que te hizo tan rico?"
La explicación de la esencia del piropo concluye con la siguiente volada: "Lo cierto es que venga de quien venga y lo reciba quien lo reciba, el piropo creativo, espontáneo y respetuoso es tal vez uno de los rasgos más característicos del pueblo chileno. Desde sus versiones más poéticas hasta los más populares son un rasgo innegable de nuestra identidad", mijita linda, guachita pelada.
Sebastián Fonceamor M.
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